Yellowstone, de la mano de co-inversionistas institucionales y estratégicos, anunció el cierre de una participación mayoritaria en el proyecto de vivienda sostenible a gran escala, Hacienda el Otoño, en Ciudad Lagos de Torca.
El proyecto, ubicado al norte de Bogotá, abarca un total de 19.45 hectáreas, donde se desarrollarán 4.200 viviendas de este tipo. Del total, ya se ha vendido más del 50% a un ritmo mayor del esperado.
Hacienda el Otoño será el primer proyecto en iniciar obras de los 34 que conforman Lagos de Torca. Lea más en Noticias de Infraestructura.
“La inversión de Yellowstone ratifica nuestro compromiso en la estrategia de inversión en proyectos de vivienda sostenible a gran escala, con los más altos estándares ambientales y sociales”, explica el presidente de Yellowstone, Luis Fernando Ramírez.
Por su parte, Juan Carlos Moreno, chief investment officer (CIO) de la firma señaló que la decisión de ser el primer inversionista institucional en participar en este macroproyecto reafirma su “compromiso para construir país y aportar a que cada vez más familias colombianas cumplan el sueño de tener vivienda propia en comunidades sostenibles del futuro.”
Yellowstone es un gestor de fondos de capital privado de real estate panamericano con activos bajo administración de US$500 millones, integrado verticalmente, con operaciones en Colombia y Estados Unidos.
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La estrategia de la firma está enfocada, principalmente, en el desarrollo, financiación y operación de comunidades sostenibles con los más altos estándares institucionales de inversión responsable.
En tanto, el macroproyecto Lagos de Torca abarca 1.803 hectáreas de área bruta y busca desarrollar 135.000 viviendas para alojar alrededor de 500.000 habitantes.
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Es uno de los desarrollos más ambiciosos que ha tenido el país en materia de sostenibilidad, siendo uno de sus principales objetivos el restablecimiento del humedal Torca-Guaymaral, que pasará de 34 a 75 hectáreas protegidas y recuperadas.
Lo anterior, permitiría devolverle el hábitat a las especies nativas que se vieron afectadas por el cruce de la Autopista Norte sobre el humedal y por el desarrollo desorganizado del norte de Bogotá.
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Por otro lado, la cobertura de árboles aumentaría de 18 a 400 hectáreas, que es equivalente a un incremento de 5.000 a 100.000 árboles.
Adicionalmente, se cuenta con un componente de inclusión social profundo, reflejado en una mezcla de vivienda regulada por decreto de viviendas de interés social (VIS) y prioritaria (VIP) y no VIS de mínimo 40% y máximo 60%, respectivamente.
En términos de movilidad, se destinarían 300 hectáreas para la creación de nuevas avenidas y extensión de avenidas ya existentes, tales como la Polo, Guaymaral y Laureano Gómez.
