WeWork llegó a un acuerdo con sus acreedores junior y recibió una nueva inyección de capital de sus prestamistas senior, en medio del proceso de reestructuración que cursa actualmente en Estados Unidos.
Lo pactado este lunes, hizo -asimismo- que la compañía rechazara la oferta de US$650 millones del cofundador y expropietario Adam Neuman, quien había convocado a una docena de socios financieros para lanzar la propuesta por la firma de espacios de trabajo colaborativos.
De acuerdo con información de Reuters, durante una audiencia en Newark, Nueva Jersey, el juez de quiebras estadounidense John Sherwood autorizó que la empresa “respaldada por SoftBank, con sede en Nueva York, enviara su plan de reestructuración a una votación de los acreedores, poniéndola en camino de salir de la quiebra a finales de mayo”.
En ella se entregaría el capital de la empresa a sus prestamistas principales y cancelaría su deuda de US$4.000 millones.
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“El acuerdo de quiebra revisado incluye hasta US$450 millones en nueva financiación de SoftBank, un grupo de tenedores de bonos senior que incluye a King Street Capital, y Cupar Grimmond, una empresa afiliada al socio tecnológico de WeWork, Yardi Systems”, explicó Reuters.
Una vez concluida la reestructuración, Cupar Grimmond poseería la mayoría del capital de WeWork y SoftBank tendría el 16,5 %.
No obstante, se advierte que la participación de SoftBank podría aumentar hasta el 36 %, dependiendo de cómo WeWork decida equiparar algunas líneas de crédito separadas que ha financiado.
¿Cómo logra WeWork el acuerdo?
Para lograr el hito de hoy, WeWork consiguió acuerdos durante el fin de semana con dos grupos de acreedores menores los que anteriormente se habían opuesto a su acuerdo de reestructuración, entre ellos Antara Capital. Así lo comunicó el mismo Steven Serajeddini, abogado de la compañía.
Pero para conseguir este respaldo, WeWork prometió pagar US$32,5 millones a sus acreedores junior, incluidos US$8,5 millones a los tenedores de bonos.
WeWork, que alguna vez estuvo valorada en US$47.000 millones, aunque se expandió rápidamente, también acumuló grandes pérdidas antes de declararse en quiebra en noviembre de 2023. La compañía estima que su capital posterior a la quiebra vale alrededor de US$750 millones.
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