De una iniciativa pequeña y silenciosa en Pasto, Nariño, a un programa en toda Colombia que ha ayudado a que 853 familias consigan vivienda. Ese es el recorrido del programa “Un chance por una casa” de SuperGiros.
El programa empezó hace 10 años, cuando Magaly Córdoba, quien vive en Pasto, observó a Yorlani Alvarado. Córdoba tenía en ese momento un almacén de productos para bebés y Alvarado trabajaba allí vendiendo lotería.
Alvarado, víctima de la violencia en el Pacífico colombiano, era desplazada. Y con su salario, además de sostener a su núcleo familiar de siete personas, debía pagar el arriendo del cuarto en el que se acomodaban para vivir. Por las dificultades económicas, acudió a los gota a gota, pero, lejos de una solución, esto se convirtió en un problema mayor.
Y, como Alvarado, había otras mujeres en una situación similar.
Viendo esta necesidad, Córdoba identificó una oportunidad. Junto con Alvarado, propuso a otras 35 mujeres que vendían loterías que se unieran para que cada una pudiera tener una casa.
Aunque no tenían capacidad de ahorro, ni el respaldo de un banco por su difícil situación financiera, apartaron 36 apartamentos en un proyecto de viviendas de interés social que se estaba construyendo en la capital de Nariño. La cuota inicial de cada apartamento era de $6.000.000 y tenían un año para pagarla.
Reunieron, como pudieron, $50.000 que utilizaron para hacer empanadas y café, que vendían en esquinas en Pasto. De ahí, recolectaron $120.000, con el que compraron materia prima para hacer desayunos en caja que vendían en las zonas de cargue de Nariño.
Luego de dos meses, lo conseguido con los desayunos les permitió hacer una orquesta, premios donados y apoyos ciudadanos. De ahí consiguieron $12.000.000 en utilidades. Sin embargo, solo alcanzaba para las cuotas iniciales de dos apartamentos.
Un encuentro con Juan Manuel Santos
Con la tranquilidad de lo conseguido, Córdoba resalta que “nada hubiera sido posible sin el arrojo de las 36 compañeras fundadoras y la empresa SuperGiros que nos acompañó desde el primer momento”.
Para intentar encontrar una salida, Córdoba acudió al Fondo Nacional del Ahorro (FNA). No obstante, como las 36 mujeres eran trabajadoras independientes, no les aplicaba la figura de créditos hipotecarios.
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El rechazo coincidió con una visita del entonces presidente Juan Manuel Santos a Pasto, para un acto de campaña para su reelección en el que se reunía con líderes locales. Las mujeres, con camisetas que decían Un chance para una casa, buscaron acercarse al mandatario, pero no tuvieron éxito.
Pero alguien sí las vio: Martín Santos, el hijo mayor del expresidente. Fue él quien ayudó a que Córdoba y Santos se reunieran. De ese encuentro nació la línea de crédito del FNA que apoya a trabajadores independientes para que sean propietarios.
Y no fue solo la ayuda del Gobierno Nacional. Desde que estas mujeres iniciaron con su propósito, Gustavo Gómez, presidente de la Junta Directiva de SuperGiros, supo lo que hacían y se sumó a la iniciativa.
Para esto, creó un fondo interno de apoyo en la empresa para quienes aplicaran a la línea de crédito hipotecario del FNA. Con este, aporta hasta $20.000.000 en subsidios para cada beneficiario, bien sea para la cuota inicial o para hacer mejoras en viviendas, nuevas o usadas.
Un chance por una casa
Hoy, ya no necesitan juntar $50.000 a punta de monedas. “Nos buscan los bancos para prestarnos plata sin mayores trámites. La cultura de pago de los miembros de la marca es admirable. Tener casa propia los vuelve aún más juiciosos”, dice Córdoba, quien pasó de vendedora a socia de la iniciativa de SuperGiros.
Y la iniciativa no se quedó en Nariño. Llegó, por ejemplo, a Atlántico, el otro extremo del país.
En Sabanagrande vive Carlos Borja, un hombre que tuvo un trauma craneoencefálico severo que lo tuvo 35 días en UCI y que, posteriormente, sobrevivió a un cáncer. Las secuelas de sus enfermedades impedían que lo contrataran.
Sin embargo, el 17 de agosto de 2017 llegó a SuperGiros, gracias al programa Super Héroes, en el que la compañía contrata a personas con alguna dificultad motora.
Seis años después de ser contratado, Borja está a la espera de recibir su casa en la Ciudadela Santa Sofía, que consiguió con el respaldo de la empresa y del programa Un chance por una casa. “Aún la estoy pagando, pero ya es mía”, dice.
Así, con este programa, SuperGiros va camino a tener el proyecto de promoción inmobiliaria más exitoso de Colombia para sus colaboradores.
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