El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido posponer por un mes la imposición de aranceles del 25 % sobre los automóviles importados desde México y Canadá.
Esta medida, que estaba programada para entrar en vigor el 2 de marzo, se ha retrasado hasta el 2 de abril de 2025, tras conversaciones con los principales fabricantes de automóviles estadounidenses: General Motors (GM), Ford y Stellantis.
De acuerdo con información de CNN, Ford Motors, GM y Stellantis argumentaron en una llamada con Trump que los nuevos aranceles del 25 % aplicados a Canadá y México podrían perjudicar a sus negocios con sede en Estados Unidos en favor de los fabricantes de automóviles extranjeros, apelando por un alivio, dijeron funcionarios de la administración.
Los tres mayores fabricantes de automóviles estadounidenses están profundamente integrados en el mercado norteamericano, y la imposición inmediata de aranceles podría haber afectado negativamente sus operaciones y la economía en general.
A medida que la amenazada imposición de aranceles a Canadá y México se convirtió en realidad esta semana, los principales asesores de la Casa Blanca comenzaron a recibir una ola de llamadas de líderes empresariales, particularmente en el sector automotriz, junto con legisladores republicanos que sonaban la alarma.
Medida de aranceles en Estados Unidos seguirá
La administración Trump ha vinculado la imposición de estos aranceles a la necesidad de que México y Canadá intensifiquen sus esfuerzos para reducir el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.
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En una conversación telefónica reciente, Trump acusó al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, de utilizar el asunto con fines políticos y de mantener políticas fronterizas débiles que han contribuido a problemas de fentanilo e inmigración ilegal en Estados Unidos.
A pesar de este aplazamiento en el sector automotriz, la Casa Blanca ha confirmado que los «aranceles recíprocos» seguirán entrando en vigor el 2 de abril para otros sectores. Esta política busca igualar las tasas impositivas aplicadas por otros países a productos estadounidenses, lo que podría elevar significativamente los aranceles a nivel global y aumentar el riesgo de una guerra comercial más amplia.
La industria automotriz en Norteamérica está altamente integrada, con cadenas de suministro que atraviesan las fronteras de Estados Unidos, México y Canadá. La imposición de aranceles podría haber aumentado los costos de producción, afectando la competitividad de las empresas y, potencialmente, resultando en pérdidas de empleos en toda la región.
Este aplazamiento proporciona a los fabricantes de automóviles tiempo adicional para ajustar sus estrategias y evitar desventajas económicas. Sin embargo, la industria permanece cautelosa sobre los posibles impactos a largo plazo de las políticas comerciales de la administración Trump. La posibilidad de que se introduzcan nuevos aranceles en abril, dirigidos a otros sectores, podría escalar las tensiones comerciales y afectar la economía global.
La decisión de Trump de retrasar por un mes los aranceles automotrices a México y Canadá refleja una respuesta a las preocupaciones de la industria y busca evitar impactos económicos negativos inmediatos. No obstante, la incertidumbre persiste, y la industria automotriz deberá seguir adaptándose a un entorno comercial en constante cambio.
