Trump inició su discurso saludando a los expresidentes George Bush, Bill Clinton, Barack Obama, Joe Biden, así como a la vicepresidenta, y proclamó: «La era dorada de Estados Unidos comienza ahora».
Aseguró que, a partir de este momento, el país florecerá y será respetado en todo el mundo, convirtiéndose en la envidia de todas las naciones, mientras se comprometió a no permitir que nadie vuelva a aprovecharse de Estados Unidos. «Pondré a los Estados Unidos en primer lugar», enfatizó.
En su intervención, destacó que el país pronto será más grande y fuerte que nunca.
El plan de Trump para los migrantes
El primer tema que abordó fue el de los migrantes, señalando el dinero que se les ha otorgado para su sustento. Trump calificó a los migrantes como «criminales» que ingresan al país con financiamiento del gobierno, y acusó a aquellos que explotan las fronteras de ser responsables de esta situación.
El expresidente anunció que declarará una emergencia nacional en la frontera sur como parte de las medidas ejecutivas que firmará el 20 de enero. «Empezaremos a devolver a millones de inmigrantes ilegales a los lugares de los que vinieron», afirmó, y prometió reinstaurar la política de «Quédate en México».
Además, informó sobre el envío de tropas a la frontera sur para «repeler la horrible invasión de nuestro país». Dentro de sus órdenes, también declaró a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, ordenando el uso de todos los recursos necesarios para erradicar las redes criminales que, según él, están trayendo delitos a las ciudades estadounidenses.
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