El próximo martes, 10 de septiembre, será el esperado debate presidencial estadounidense entre Donald Trump y Kamala Harris para exponer sus propuestas, valores y puntos de vista sobre diversos temas.
Sin embargo, Trump se preparó mostrando el extremismo republicano, pues si regresa a la Casa Blanca advirtió que mandará a la cárcel a funcionarios electorales que considere tramposos.
Por ejemplo, el candidato presidencial considera que la democracia en Pensilvania (Estados Unidos) es un fraude. Ello, ante la acusación federal que recibió por intentar revertir su derrota electoral de 2020 ante Joe Biden.
Biden ganó con 51,38 % de escrutinios vs. 46,91 % de Trump, por lo que el candidato republicano es acusado de intento de fraude electoral tras conocer los resultados.
“Es una locura que mis números en las encuestas suban. ¿Quién ha oído que te acusen por interferir en unas elecciones presidenciales en las que tienes todo el derecho a hacerlo? Te acusan y tus números en las encuestas suben”, declaró Trump en entrevista con Fox News.
Por ello, el candidato presidencial publicó en la plataforma Truth Social “Cuando gane, aquellas personas que hicieron trampas (en 2020) serán procesadas con todo el peso de la ley, lo que incluirá largas penas de prisión para que esta depravación de la justicia no vuelva a suceder”.
La publicación va dirigida hacia “abogados, agentes políticos, donantes, votantes ilegales y funcionarios electorales corruptos que serían procesados a niveles, lamentablemente, nunca antes vistos en nuestro país”.
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Aunque Trump intentó demostrar que hubo fraude electoral cuando ganó Biden, los jueces desestimaron las impugnaciones legales y su fiscal general, William Barr, afirmó que no hubo fraude electoral generalizado.
Por otro lado, como señala el portal New York Times, sus asesores buscan que se muestre un Trump feliz en lugar de uno “rudo y bravucón” en el debate presidencial de mañana.
Su asesor, Jason Miller, considera que no se puede ‘pasar página’ siendo el único responsable de la situación económica y fronteriza que vive Estados Unidos.
Los partidarios republicanos de Trump le piden que aborde cuestiones como la economía, la inmigración y la seguridad nacional y que evite un comportamiento petulante que pueda favorecer el argumento de Harris de que es hora de que el país deje atrás la amargura y el caos que él representa para muchos votantes.