El presidente Donald Trump y los líderes del Congreso han llegado a un acuerdo para reabrir el gobierno durante tres semanas y terminar con el cierre más largo de los Estados Unidos.
En declaraciones en la Casa Blanca, Trump dijo que espera hoy mismo firmar la medida para reiniciar las operaciones del gobierno hasta el 15 de febrero. Espera que el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, lo lleve al Senado «de inmediato».
La propuesta no pondría dinero hacia el muro fronterizo con México propuesto por el presidente, que fue una de las exigencias del jefe de Estado. Trump dijo que las partes crearían un comité de conferencia para armar un proyecto de ley de asignaciones del Departamento de Seguridad Nacional.
«Esta es una oportunidad para que todas las partes trabajen juntas en beneficio de toda nuestra nación hermosa y maravillosa», dijo en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca.
Por supuesto, los legisladores aún pueden no lograr un acuerdo de inmigración que aplaque a Trump. En sus comentarios, afirmó que ningún plan de seguridad fronteriza funcionará «sin una barrera física». Sostuvo que «los muros no deberían ser controvertidos».
Las declaraciones en el día 35 del cierre se produjeron después de que los senadores de ambos partidos presionaron a Trump para que financiara temporalmente al gobierno mientras intentaban llegar a un acuerdo de inmigración más amplio.
Luego de dos proyectos de ley que reabrieron, el gobierno falló en el Senado el jueves, conversaciones serias para encontrar un fin al estancamiento reiniciado por primera vez en semanas. Trump pidió un «pago inicial» para la barrera a cambio de financiar al gobierno.
El anuncio se produce a medida que se amplía el daño por el cierre. El viernes, cerca de 800.000 trabajadores federales comenzaron a perder sus segundos cheques de pago desde que el financiamiento se venció el 22 de diciembre.
La escasez de controladores de tránsito aéreo, que tuvieron que trabajar sin paga durante el cierre, retrasó los vuelos en varios aeropuertos importantes.
Trump ha insistido repetidamente en obtener US$5.700 millones para construir el muro fronterizo propuesto antes de que acepte reabrir el gobierno. Los demócratas han rechazado su petición.
El presidente ha amenazado con declarar una emergencia nacional para construir el muro sin la aprobación del Congreso. El viernes, dijo que tiene una «alternativa muy poderosa, pero no quería que la usáramos en este momento. Esperemos que sea innecesario».
El plan respaldado por Trump que fracasó en el Senado habría financiado el muro a cambio de protecciones legales limitadas para los jóvenes inmigrantes traídos ilegalmente a los Estados Unidos como niños y personas que huyen de las crisis en ciertos países.
No está claro si los legisladores tratarán de abordar esas cuestiones si reabren el gobierno.
Las encuestas indican que la mayoría de los estadounidenses ven el cierre como una «crisis» o al menos un «problema».
