En diciembre de 2022, la Troncal del Magdalena, anteriormente conocida como Ruta del Sol 2, enfrentaba importantes desafíos. En un tramo de más de 500 kilómetros, los viajeros lidiaban con condiciones que comprometían la seguridad, incluyendo desniveles y falta de iluminación, lo que convertía este recorrido en una experiencia complicada incluso para conductores con experiencia.
La situación era el resultado de un contrato que fue liquidado en 2017, dejando el mantenimiento de la vía en manos del Instituto Nacional de Vías (Invías). Esta entidad asumió el control del tramo entre Puerto Salgar (Cundinamarca) y San Roque (Cesar), pero, debido a su responsabilidad sobre toda la red vial no concesionada del país, los recursos disponibles no fueron suficientes para atender las necesidades específicas de este corredor.
Como consecuencia, la vía se deterioró aún más, con intervenciones mínimas que el Invías realizaba año tras año, dejando al anterior concesionario con múltiples limitaciones y a los usuarios enfrentando una infraestructura que requería atención urgente.
De la Ruta del Sol a la Troncal del Magdalena
El Gobierno era consciente de esta situación y de la necesidad de tener una vía en buen estado, sobre todo porque por allí pasa al menos el 60 % de la carga nacional, incluyendo el que proviene y viaja hasta los puertos del Caribe, en Cartagena, Santa Marta y Barranquilla.
Como si esto fuera poco, el corredor desemboca en el centro del país en Puerto Salgar y, posteriormente, en los municipios de Guaduas y Villeta, que son la entrada a Bogotá y la Sabana cundinamarquesa.
Con esto en mente, en 2019, el Gobierno comenzó la estructuración de un megaproyecto que permitiera revivir la Ruta del Sol, por lo anterior, rebautizó el corredor para darle un nuevo comienzo y lo nombró Troncal del Magdalena, al tiempo que abrió la licitación para retomar los trabajos mediante una concesión.
La decisión del gobierno anterior fue dividir el corredor de más de 500 km en dos tramos, con el fin de evitar posibles afectaciones o repetir errores del pasado.
Así las cosas, las empresas más grandes y reconocidas del sector participaron en el proceso, que buscaba concesionar la carretera por 25 años, pero finalmente fueron dos las que se hicieron con ambos proyectos: Grupo Ortiz de España y KMA Construcciones de Colombia.
Entre mayo y junio de 2022, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) les adjudicó las dos APP a estas empresas, las cuales tomaron control de las vías en diciembre de 2022, con todas sus implicaciones y responsabilidades.
Un plan de choque para la Troncal Magdalena
De esta forma, comenzaron los trabajos de la concesionaria Autopista Magdalena Medio, que asumió el tramo Puerto Salgar – Barrancabermeja, mientras que Autopista del Río Grande quedó como responsable del trayecto Sabana de Torres (Santander) – Curumaní (Cesar).
La primera tarea que recibieron fue reparar, en tiempo récord, una carretera que llevaba más de cuatro años sin grandes intervenciones y con una malla vial con amplios daños. Todo lo anterior, en medio de la temporada de Navidad y Año Nuevo, que siempre trae consigo más turistas en las vías.
A pesar de los retos, las dos concesionarias lograron el hito y en menos de tres meses alcanzaron su cometido y pusieron la carretera a punto. Más de 500 km de un corredor deteriorado pasaron a convertirse en una vía de primer nivel, con demarcación horizontal, señales verticales, tachas, luminarias y mejores condiciones de transitabilidad.
Desde entonces, ya han pasado casi dos años y las concesionarias han logrado importantes hitos, como haber alcanzado sus cierres financieros. Es decir, los recursos de deuda necesarios para la construcción de las grandes obras, los cuales provendrán de reconocidos bancos locales e internacionales.
Entre estos, Bancolombia, IFC, BID Invest, JP Morgan, Sumitomo Mitsui Banking Corporation, MUFG Americas, la Financiera de Desarrollo Nacional y la CAF. Estas entidades concretaron préstamos por $2,8 billones para la Troncal Magdalena 1 y $2 billones adiciones para la Troncal Magdalena 2.
Los recursos han permitido que los dos concesionarios ya hayan pasado a la fase de construcción.
Troncal Magdalena 1
Foto: Autopista Magdalena Medio está a cargo del corredor Puerto Salgar (Cundinamarca) – Barrancabermeja (Santander)/Autopista Magdalena Medio
En el caso de la primera, las compañías Grupo Ortiz y KMA Construcciones han logrado 1,8 millones de metros de demarcación horizontal para optimizar la visibilidad en la vía; han instalado 1.391 señales verticales nuevas y 67.583 tachas, al tiempo que han realizado el parcheo de más de 261.000 m2.
Sumado a lo anterior, el equipo social de Autopista Magdalena Medio ha tenido 126 espacios de participación con los diferentes grupos de interés, a los cuales han asistido cerca de 4.000 personas, mientras que otras 6.400 han sido atendidas por medio de los canales habilitados (oficina fija, oficina móvil, celular y WhatsApp).
De igual forma, en estos cerca de dos años, se han llevado a cabo 116 jornadas de sensibilización sobre seguridad vial; 55 capacitaciones en temas ambientales y de fortalecimiento para el trabajo; y dos ruedas de negocio en Barrancabermeja y Puerto Boyacá.
Al mismo tiempo, se han generado 2.271 empleos -de los cuales 37 % han sido personas del área de influencia del proyecto- y ya se ha logrado más del 40 % de los predios necesarios para construir el megaproyecto. Eso sin contar con que se ha avanzado en la cesión de las licencias ambientales.
En definitiva, las compañías están preparadas para dar inicio a la fase de construcción de la Troncal del Magdalena 1, formalizada el 27 de noviembre. El objetivo es transformar este corredor vial en una carretera que permita recorridos de aproximadamente dos horas, con una velocidad de operación de hasta 100 km/h.
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Troncal Magdalena 2
Con esto, además, se sumarán al concesionario a cargo de la Troncal Magdalena 2, que logró este hito en agosto de este año y, desde entonces, ha alcanzado importantes avances.
Entre esto, gestionar 168 reuniones de socialización en las que han participado más de 3.500 personas. Adicionalmente, se ha logrado vincular a 1.830 personas mediante contratos de trabajo, de los cuales 809 siguen vigentes.
De forma paralela, la Autopista del Río Grande ha cerrado negociaciones para tener 252 predios a favor de la ANI, sumado a que 350 familias que están siendo afectadas por este proceso ya están en trámites para su resarcimiento legal.
Foto: Autopista del Río Grande opera el corredor entre Sabana de Torres (Santander) y Curumaní (Cesar)/Autopista del Río Grande
En materia ambiental, las compañías han logrado las 14 licencias ambientales que se requieren, de las cuales dos son para tramos rectos, cinco más para variantes por construir y las siete restantes son de las variantes que ya fueron ejecutadas.
Una vez esté finalizado el proyecto, el ahorro en tiempo de viaje será de una hora y 50 minutos, también con una velocidad de operación de 100 km/h.
Estas cifras dan cuenta de los importantes avances logrados por ambos contratos de la Troncal del Magdalena, que se alista para tener intervenciones más grandes y, de esta forma, quedar lista entre el 2028 y 2029.
En total, las firmas prevén invertir $5,8 billones que permitirán conectar en doble calzada al centro del país con los puertos del Caribe, justo en un momento en el que Colombia necesita mejores índices logísticos y de multimodalidad.