Tres poderosos grupos pujarán por el megaproyecto de $1 billón con el cual se pretende mejorar y ampliar el aeropuerto de San Andrés, Gustavo Rojas Pinilla.
Así se confirmó este viernes en medio de una audiencia pública, realizada por la Agencia Nacional de Infraestructura.
Con esto, la entidad da un paso clave en el proceso para entregar en concesión el aeropuerto de San Andrés durante 30 años y así ponerla a punto para los visitantes que llegan y salen de la isla.
Lo anterior generó interés en el sector privado, a tal punto que tres poderosos grupos pujarán por el megaproyecto de $1 billón.
¿Cuáles tres poderosos grupos pujarán por el megaproyecto de $1 billón para el aeropuerto de San Andrés?
Inicialmente, la primera empresa que vio una oportunidad en esta terminal aérea fue SP Ingenieros, una compañía que le propuso al Estado ejecutar mejoras en el aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla.
Para esto, diseñó un proyecto de iniciativa privada, que fue recibido por el Gobierno y que le dio su visto bueno para ser licitado, en un proceso que inició formalmente a inicios de 2024.
No obstante, este viernes se reveló que a otras dos compañías también les sonó la idea y confirmaron su participación en la licitación, la cual deberá conocer a su ganador a finales de este año.
Una de estas es Termotécnica Coindustrial, firma que hace parte del Grupo Ethuss, el cual es controlado por el empresario William Vélez.
La empresa, que tiene participación en diversos sectores, busca ahora hacer ‘moñona’ en materia de vuelos el Caribe, teniendo en cuenta que el año pasado se ganó el contrato para operar el aeropuerto Rafael Núñez de Cartagena.
Este contrato también se entregó por $1 billón, pero su periodo será más corto que el de San Andrés, ya que solo se firmó por periodo de ocho años.
Ahora bien, la compañía de William Vélez tendrá otro competidor en el proceso para quedarse con el aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla, en medio del actual proceso que realiza la ANI.
Allí también participará CSS Constructores, que fue creada a inicios de este siglo por Carlos Alberto Solarte y su familia, y que ha participado en diversos megaproyectos en el país.
Eso sí, también ha sido salpicada en presuntas irregularidades en el pasado, por cuenta de su participación en obras como la concesión Neiva – Espinal – Girardot y el caso Tunjuelo – Canoas, donde también estuvo la multinacional Odebrecht.
A pesar de lo anterior, en algunos casos, la firma ha sido desligada de responsabilidad por parte de autoridades judiciales.