¿Cómo hacer de la transformación energética un negocio? La pregunta es frecuente entre las firmas que se dedican al uso de fuentes alternativas de energía en Colombia. La respuesta es cada vez más fácil de dar.
En un nuevo conversatorio de Davivienda Corredores, Germán Cristancho, gerente de Investigaciones Económicas de Davivienda Corredores; Marcela Ponce, responsable del programa de financiamiento climático para América Latina del IFC; y Ricardo Sierra, líder de Celsia, discutieron cuál es el panorama al que se enfrenta Colombia y cómo va la transformación energética.
Sobre la base de que los consumidores ya cambiaron y son más conscientes por adquirir bienes y servicios sostenibles, es que el mercado nacional, así como el de América Latina, empiezan a experimentar un vuelco más que necesario: ver a las nuevas energías como una oportunidad para invertir y atraer capital, según Ponce.
“El coronavirus ha sido un ejemplo de lo que es un riesgo físico. En la medida en que se transfiere a riesgo financiero se toma conciencia. El tema del Covid-19 ha elevado el concepto de sostenibilidad. Nos abrió los ojos. La recuperación verde nos demuestra que la reinvención debe darse de manera sostenible”, explicó Ponce.
Recomendado: Agencia Internacional de Energía propone plan de recuperación ‘verde’ por US$3 billones
De ahí que la Ley 1715 de Colombia sea un marco normativo necesario para fijar reglas de juego del sector, pero sobre todo para que se estimule la llegada de más inversionistas para este tipo de negocios, de acuerdo con Ponce y Sierra.
“Esto no va aparar. Colombia viene en un tren impresionante y la gente está empezando a entenderlo”, recordó Sierra.
¿Pero cómo se transmite ese cambio al consumidor final? Sierra y Ponce coincidieron en que la transformación ya pasó el nivel de acercamiento o primer conocimiento, a la adquisición. Es decir, los consumidores ya compran teniendo en cuenta cómo pueden mitigar el impacto medioambiental.
Para el líder de Celsia, un primer acercamiento pueden ser las granjas solares, ese, según Sierra “es un gran primer paso”. Pero también destaca lo que se pueda hacer con las iniciativas solares residenciales.
Los expositores afirmaron que llegará el momento en que los consumidores entiendan la importancia de la autosuficiencia. De ahí que los techos solares en las viviendas se conviertan en exigencia recurrente para adquirir un inmueble de este tipo.
Vea la conversación con Davivienda Corredores en este enlace
Celsia ya lo está experimentando. Sierra comentó que recientemente adoptaron la innovación en un proyecto de Vivienda de Interés Social (VIS), la grata sorpresa fue ver que, sin importar que podía haber un costo un poco mayor en la compra de la casa, no se frenó la intensión por continuar con la adquisición.
“Estamos frente al escenario en el que hay que cuidar los recursos limitados. Todos: empresas, personas, gobiernos estamos en la obligación de tener actividades sostenibles. No hay planeta B”, concluyó Ponce.
—