Durante 2017, los indicadores de deuda de Terpel estuvieron por debajo de los niveles requeridos por las agencias calificadoras de riesgo para mantener la calificación AAA.
Así lo informó la compañía para explicar que con la transacción —el desembolso de un crédito puente de mediano plazo por un valor de hasta 1,7 billones de pesos para la posible futura adquisición de ciertas operaciones de downstream de ExxonMobil en Colombia, Perú y Ecuador— los niveles de endeudamiento se verían afectados temporalmente, mientras se amortiza el crédito.
También indicó que para dicho crédito puente no se constituyeron garantías. No obstante, Terpel expediría pagarés para cada uno de los bancos prestamistas los cuales deberían ser suscritos antes del desembolso.
En este sentido, dentro de las principales condiciones del crédito se encuentran: (i) crédito a 18 meses (mediano plazo) prepagable sin penalidad; (ii) como condiciones precedentes para el desembolso del crédito se requiere la aprobación de la posible adquisición arriba mencionada por parte de la SIC y que el mismo sea utilizado de forma exclusiva para el pago de dicha operación; (iii) mantener la calificación AAA y realizar prepagos obligatorios en determinados eventos.
Por último, señaló Terpel que producto de ese contrato de crédito no se generarían cambios en su estructura corporativa, ni reformas estatutarias, ni modificaciones a las políticas internas de la compañía.