Según el estudio de tendencias globales de talento de Mercer, el 69% de los líderes encuestados afirma haber ampliado las políticas y prácticas de trabajo flexible, y el 33% tiene previsto abordar cambios significativos. La flexibilidad no solo se adapta a la realidad impuesta por la pandemia, sino que además enriquece la propuesta de valor al empleado, con una mayor atención al bienestar y al equilibrio entre la vida personal y laboral.
Enfoques del trabajo flexible
Los nuevos enfoques hacia el trabajo flexible incrementan la productividad y la satisfacción de los colaboradores. Dentro de las ventajas del trabajo flexible, se encuentran varios beneficios: la optimización de infraestructura, una mayor productividad, la cooperación a través de silos, la consideración de preferencias individuales y una mayor satisfacción del colaborador que redunda en el compromiso.
A su vez, esto está muy ligado a las prioridades de inversión de las organizaciones. Según el estudio, reinventar la flexibilidad, incentivar la transformación y definir la fuerza de trabajo del futuro, son los factores prioritarios de las empresas y el teletrabajo.
Además, el 49% de las compañías se han propuesto ampliar su ecosistema de talento, más allá de sus prácticas habituales de contratación, considerando trabajadores independientes, alianzas y otras opciones. Gracias al teletrabajo y a la flexibilidad laboral, los líderes de las compañías están apostando por buscar nuevos talentos más allá de su locación y metodología de trabajo. Así mismo, enfocarse en desarrollar diferentes habilidades en los empleados actuales buscando incentivar nuevas formas de pensar y de estructurarse es otra de las apuestas que se están haciendo en las organizaciones.
“En cuanto a la experiencia del trabajo flexible, los colaboradores han vivido altibajos. Esto ha llevado a que se den resultados mixtos, por ejemplo, el 70% de los líderes dicen que el desempeño es el mismo o mejor con el trabajo en casa. Hay un 25% más de reuniones recurrentes, un 15% de incremento en la jornada laboral y un 67% de los empleadores han visto un incremento en el uso de la salud ocupacional”, aseguró Luis Fernando Londoño, consultor senior de unidad de Career para Mercer Latinoamérica.+
¿Cómo desarrollar entonos de trabajo flexible y teletrabajo?
Actualmente, existe una necesidad por adaptarnos a los cambios de nuestros clientes, al entorno y a las tendencias que van surgiendo. Esto lleva a contar con diferentes modalidades de trabajo que se adapten a cada situación. Todo esto, teniendo en cuenta que existen diferentes roles, preferencias de cada colaborador y una cultura organizacional en cada empresa, por eso el esquema y los modelos que se elijan deben ser integrales.
De acuerdo con cifras de Mercer, el 70% de las compañías cuentan con esquemas híbridos, es decir, ya han configurado dentro de la organización más de un modelo de trabajo flexible. Estas ya cuentan con métricas y/o mecanismos diferenciados para hacer seguimiento entre las personas elegibles a este tipo de esquemas y quienes trabajan en las instalaciones de la compañía.
Dentro de estos hallazgos, el 78% le hace seguimiento a la productividad (resultados/objetivos/tareas), el 11% le hace seguimiento al control de días en trabajo flexible y teletrabajo y un 11% al control de la jornada para quienes están en la oficina.
En este escenario, las empresas que están en proceso de establecer esta dinámica, deben comprender que trabajo flexible es más que trabajo remoto. La flexibilidad inclusiva garantiza que todas las ocupaciones puedan ser flexibles cuando sea necesario.
La clave es identificar qué tipo de flexibilidad resulta posible según las cinco dimensiones. Allí se deben identificar y tener en cuenta las siguientes variables: dónde, cómo, cuándo, qué y quién. A esto también se deben contemplar las habilidades críticas para el futuro del trabajo:
• 49% la autogestión y la capacidad para priorizar
• 40% el pensamiento digital y procesamiento de la información compleja
• 38% habilidades de colaboración
Finalmente, los puntos clave para tener en cuenta en la construcción de un modelo de trabajo flexible empiezan por fomentar una cultura de confianza y responsabilidad como elementos clave para el liderazgo y la colaboración. Seguido de la organización, pues es fundamental comprometerse con políticas y procesos adecuados en dialogo con los empleados.
También se debe tener en cuenta el proporcionar los métodos y herramientas necesarios para las nuevas formas de trabajo, así como construir la infraestructura de oficina necesaria para las formas híbridas de trabajo. Como últimos puntos, está el considerar los requisitos legales para crear las nuevas normas y desarrollar competencias para las nuevas formas de trabajar, como el liderazgo a distancia o la autogestión.