El segmento de vehículos eléctricos e híbridos tuvo un crecimiento del 91,5 % en los primeros cuatros meses del año, liderado por BMW y Renault. Pasó a 136 unidades, desde las 71 de ese periodo el año pasado.
Así lo señaló el más reciente reporte de Andemos (Asociación Colombiana de Vehículos Automotores). Solo en abril, subieron 266,7 %, al pasar de 33 matrículas desde 9 de igual mes de 2017.
“Vemos en ese segmento una gran oportunidad para que comencemos a diversificar la flota automotriz en los próximos 10 años. Si bien las cifras son aún muy bajas, hay que tener en cuenta que apenas la política fiscal está beneficiando los vehículos eléctricos y los híbridos, comenzó con la reforma tributaria, donde logramos una tarifa del 5 %. Es un proyecto que nosotros lideramos”, comentó el presidente de Andemos, Oliverio Enrique García Basurto.
No lograron “empatar” el beneficio cuando arrancó (1 de enero de 2017), sino a mediados del año pasado. El beneficio es para 1.500 unidades de híbridos y 1.500 para eléctricos en los próximos dos años. Luego, se sube a 3.000 unidades para cada tipo de vehículo hasta 2027.
Comentó el dirigente gremial que todavía hay campo por trabajar en la infraestructura con los distribuidores de energía, “para ampliar los puntos de carga de vehículos eléctricos e híbridos en sitios residenciales, e instalarlos en parqueaderos públicos y centros comerciales”.
La tarea pendiente, que ya comenzaron con Empresas Públicas de Medellín (EPM) y Enel, se irá desarrollando en la medida en que aumente la demanda de esos vehículos.
“Si bien los vehículos eléctricos actualmente encuentran barreras para su masificación, como la inversión inicial en el vehículo o la falta de infraestructura de carga, es innegable su entrada al mercado y posterior despliegue. La movilidad eléctrica, es un escenario que enfrentar, no una decisión a tomar”, comentó el líder de innovación de Celsia, filial de energía de Grupo Argos, Juan Manuel Alzate.
Sin embargo, mencionó que para que esto sea posible, es necesario favorecer y motivar el cambio en el país con acciones concretas: tener tarifas diferenciadas de parqueaderos para vehículos eléctricos; definir normas urbanísticas que exijan en la construcción para inmuebles nuevos; la adecuación civil y eléctrica para puntos de carga; y la eliminación del Retie (Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas) a las instalaciones domésticas de estaciones de carga, considerando que hoy representan un sobrecosto, y en el futuro serán un electrodoméstico más del hogar.
Así mismo, se necesitaría una exención indefinida para vehículos eléctricos de restricción de pico y placa, pico y placa ambiental y día sin carro y descuento en impuestos de rodamiento, que reconozcan el beneficio ambiental, entre otros.
Una buena muestra de ejemplos está consignada en el proyecto de Ley 75 de 2017, por medio del cual se promueve el uso de vehículos eléctricos en Colombia.
La apuesta de Celsia se ha desarrollado a través de las estaciones de carga eléctrica en sitios de conveniencia de las principales ciudades del país, además de estaciones de carga privadas.
Hoy tiene nueve, entre Medellín y su área metropolitana, Cali, y Bogotá. En los meses que llevan en operación las de Cali y Medellín se han realizado más de 745 sesiones de carga, que se traducen en 18.500 kilómetros limpios recorridos, “lo que equivale a un poco más que darle media vuelta al mundo”, expresó Alzate.