En entrevista con Valora Analitik, la presidenta de la Transportadora de Gas Internacional (TGI), Mónica Contreras, reveló cómo será la estrategia de la empresa hasta el año 2027 y se refirió a temas relevantes para la empresa como el vencimiento del contrato Ballena-Barranca.
La ejecutiva dijo que la estrategia de TGI se centrará en lo que llamó “gas para el futuro” y que será parte central del negocio con el fin de hacerlo más sostenible.
Dijo que trabajarán en dos dimensiones: en el corto plazo usar eficiencias por temas relevantes como la terminación del contrato Ballena-Barrancas que representará caída de ingresos, y, en el largo plazo, hacer la transición hacia gas desde otras fuentes más contaminantes (como el diésel), así como explorar mercados internacionales como Perú y otros de la región.
Sobre el plan de inversión para 2021, Contreras señaló que contempla la posibilidad de pujar por la adjudicación del proyecto de la regasificadora del Pacífico.
“Estamos viendo la forma de remuneración de los proyectos teniendo en cuenta que puede haber menores ingresos”, advirtió la presidenta de TGI.
El presupuesto de inversión para este año es de US$47 millones, pero podría subir hasta llegar a US$100 millones si ganan el proyecto de la regasificadora que, en total, demandará recursos por unos US$700 millones.
La ejecutiva fue enfática al decir: “Estamos dispuestos a apoyar al Gobierno en la planta (regasificadora), pero se deben revisar todas las posibilidades para garantizar el abastecimiento y para el respaldo de las térmicas, el proyecto hoy tiene algunos temas con los cuales no está siendo bancarizable y se está discutiendo por temas como el ingreso anual esperado, así como por las zonas de alto riesgo de orden público por donde pasa el gasoducto”.
A eso se suma, advirtió, el tema de consultas previas que podría retrasar la entrada en funcionamiento del proyecto, además de los límites de responsabilidad.
En su concepto, se deben considerar factores como la inclusión de actores internacionales con experiencia en el sector de GLP, socios que podrían compartir el riesgo de la regasificadora.
De acuerdo con Mónica Contreras, el sector de gas es altamente regulado y el Gobierno de Colombia debe garantizar los términos para hacerlo viable.
De parte de TGI, que es la filial de gas del Grupo Energía Bogotá (GEB), el proyecto de la regasificadora está planteado para ir con un socio internacional que es Enagas.
Ese acuerdo que llegaría con Enagas (española con presencia en ocho países, varios de ellos de América Latina) contempla la llegada de inversión extranjera, en tanto que el GEB pondría su conocimiento en gasoductos tomando en cuenta que el proyecto en el pacífico de Colombia iría desde Buenaventura hasta Yumbo en el Valle del Cauca.
Enagas, dijo la ejecutiva de TGI, tiene amplia experiencia en plantas de regasificación y también en transporte de gas.
Contreras reveló que la empresa le ha solicitado al Gobierno de Colombia una compensación a los sobrecostos por la posibilidad de la materialización de los riesgos que se lleguen a presentar por la zona.
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