La demanda de taxis en Colombia ha caído sustancialmente en los últimos años por diversos factores que están haciendo que los vehículos, tanto para los dueños como para quienes los conducen, sean cada vez menos rentables.
Ante esto, Stefanía Hernández, gerente general de Taxis Libres, la compañía más grande de este transporte público en el país, habló con Valora Analitik sobre las estrategias que se vienen adelantando para atender este y otros frentes, y sobre el gran diálogo que considera que aún hay por dar frente a varias reglamentaciones vigentes.
Taxis Libres se constituyó en 1986 inicialmente como Taxi Aeropuerto, denominación que posteriormente, en 1988, se cambió nuevamente al nombre de hoy.
Actualmente, esta compañía agrupa 35.000 vehículos afiliados en el país que la convierten en el operador más relevante de este servicio con el 35 % de participación. Solo en Bogotá, la firma cuenta con 20.000 taxis de los 52.000 registrados en la Secretaría de Movilidad; aunque su presencia también se expande a Cali, Bucaramanga, Cúcuta, Manizales y Medellín.
Desde la entrada de las plataformas digitales, e incluso desde antes con los altos costos de funcionamiento a través de los denominados cupos, la operación de taxis en el país se ha vuelto inviable.
Así lo afirma Hernández, quien hace énfasis en la crítica disminución de viajes en este transporte.
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“Anteriormente los conductores tenían doble turno, o sea, un taxi se operaba por dos personas -uno al día y otro en la noche-. Hoy es muy raro ver este tipo de modalidad. Ahora los conductores están trabajando turno largo y es crítico y nada digno”, manifestó la gerente de Taxis Libres.
Dice que es necesario trabajar en conjunto para poderles aumentar la demanda de servicio “porque están haciendo actualmente entre 10 a máximo 15 servicios, mientras que anteriormente hacían al día 20 servicios en esa jornada”.
Taxis Libres busca anticiparse a la demanda
Una de las propuestas de Taxis Libres para incrementar los pedidos de los vehículos es lo que denominan “anticipar la demanda”. La gerente explica que, por ejemplo, en horarios nocturnos si las personas están en bares, discotecas o restaurantes se podría solicitar de forma anticipada un taxi al mesero.
A su juicio, esto permitirá no solo mayores alianzas con más sectores, sino que los conductores dejen de tener tiempos en vacío y cuenten con servicios fijos.
“Cada conductor se sube al taxi debiendo lo del producido, algo que coloquialmente se llama el arriendo del vehículo y que tiene un valor de entre $100.000 a $120.000. Ellos se suben al taxi debiendo este dinero, tiene que tanquear y lavar el carro”, aseguró.
En línea con lo anterior, Hernández reitera que parte del problema con las plataformas digitales es que “del año 1996 -cuando se cerró el cupo- a la fecha, no se aumenta el número de taxis en la ciudad de Bogotá. Cuando Uber entra de forma disruptiva se adapta a oferta y demanda hasta equilibrarla, que es el ideal de un mercado”.
La aplicación de Taxis Libres, que existe desde hace varios años atrás, busca seguir posicionándose en Colombia.
Para el caso de un taxi, explica, si una persona desea comprar un vehículo tiene dos opciones: o compra un usado, o si lo quiere nuevo, tiene que chatarrizar uno existente para poder cancelar la matrícula de ese vehículo.
“Ahí vemos que con la entrada de las aplicaciones al país obviamente se baja el atractivo por parte de los inversionistas pues mientras que ellos deben pagar un cupo, las plataformas entran sin ninguna de estas barreras”, manifiesta.
En contraste, dice, hoy un taxi está costando entre $40 y $50 millones dependiendo las características del vehículo más el cupo -que en un momento alcanzó a valer $115 millones- y actualmente se consigue hasta en $60 millones.
La digitalización e incursión de nuevos medios de pago en los taxis
Otro tema de gran relevancia para el sector y las compañías que lo lideran es la incursión hacia la era y la puesta en marcha de un servicio que cada vez más cubra las necesidades tecnológicas y de pagos que están siendo demandadas por la gente hoy.
“Así como el sector financiero está viendo un poco con miedo la era digital y piensan en cómo modernizar los trabajos, los mismos taxis también nos tenemos que reinventar”, afirmó.
Dicho esto, desde hace algún tiempo Taxis Libres lanzó su estrategia de Taxi Taxímetro, una iniciativa que para el taxista es gratuita y que ofrece múltiples ventajas a los usuarios.
Esta opción, con la que ya cuentan 500 taxis en Bogotá, es una tablet ubicada en la parte de atrás del asiento delantero, donde tradicionalmente va ‘la planilla de el ‘tarjetón’ de precios. En ella es posible ver la tarifa de forma anticipada, seguir la ruta en tiempo real, pagar con tu tarjeta (pues tiene el dispositivo para insertarla), o pagar a través de códigos QR de los diferentes bancos aliados. “Eso da también tranquilidad, confianza y seguridad a las personas que están transportando”.
“Además, de alguna forma estas pantallas también sirven de entretenimiento y por esto le estamos proponiendo al IDT (Instituto Distrital de Turismo) que puedan contener un tema de turismo, y es que nosotros que trabajamos en el aeropuerto, por ejemplo, podríamos promover el turismo a través de pautas”, explicó Hernández.
En el modelo de negocio lo que se busca son empresas que hagan pautas comerciales, como Claro que ya está afiliada, volviéndose así patrocinadores de este espacio. “Queremos que el conductor pueda ganar sobre eso, si bien nosotros somos los intermediarios, conectaríamos a las compañías con el conductor”.
Hacia los vehículos eléctricos
La gerente de Taxis Libres afirma que están trabajando fuertemente en taxis eléctricos. De hecho, recientemente la empresa comunicó -junto con el Grupo Carrera- la implementación de estos vehículos en su flota.
“Sabemos que, con los beneficios, y lo que está promoviendo el Gobierno Nacional, se espera que aumenten el número de taxis en 500 vehículos, lo cual hemos dicho que es muy bajito”, destacó.
Hernández explica que el Ministerio de Transporte lo que dicta es la metodología, pero cada ciudad tiene la autonomía de determinar cuántos vehículos necesita la administración de transporte. “El Ministerio exige un estudio técnico de capacidad transportadora, que siempre ha tenido dificultades, pero sí o sí, necesitamos aumentar esta capacidad. Incluso, la Alcaldía podía determinar que entren los vehículos sin el valor del cupo, pero no se volvió a abrir otro estudio”.
Para el sector lo ideal es que a estos vehículos no se les exija ese valor, y es que, un taxi eléctrico en el mercado puede costar $100 millones.
Taxis Libres, en particular busca trabajar en conjunto con marcas como FAW, fuerte en el sector automotriz; así como continuar la colaboración con marca como NATS, de eléctricos, con la que ya inició unos pilotos.
“Se espera contar con 400 taxis de este tipo, es la meta para final de año con la marca FAW. Estos taxis me parecen súper atractivos porque aparte también son incluyentes con personas que tienen movilidad reducida porque se abre la puerta hacia atrás, tipo van. Son más amplios, tienen un baúl mucho más grande, al ser eléctrico ayuda a la ergonomía y al bienestar físico de los conductores porque un conductor al estar trabajando 16 horas en un taxi con el motor todo el tiempo puede resultar con problemas lumbares”.
