El gerente técnico del Banco de la República, Hernando Vargas, reveló este jueves durante la presentación del Informe de Política Monetaria (IPM) que su equipo dentro de la entidad ajustó al alza su pronóstico de senda de tasa de interés para el cierre de 2025.
Aunque la cifra no se hace pública, Vargas aseguró que esta es incluso superior a la mediana que deja ver la Encuesta mensual de expectativas de analistas económicos de 7,3 %, un valor que también aumentó respecto a la medición anterior (6,1 %).
Según el banco central, esta tasa de interés (neutral) es la que permitiría que la economía crezca a su nivel potencial y que la inflación se mantenga alrededor de la meta del 3 %.
El gerente técnico explicó durante la presentación que el incremento en el pronóstico de la senda de la tasa de interés obedece a una coyuntura de alta incertidumbre en la cual la inflación se ve sometida a choques como un alto aumento del salario mínimo, volatilidad en la tasa de cambio por condiciones financieras externas y deterioro de las cuentas fiscales, entre otras.
“Detrás de nuestra reestimación al alza en la tasa neutral está el incremento de las primas de riesgo soberano, que encarecen el fondeo en todo el mundo, porque implican un aumento duradero en todas las tasas de la economía por cuenta de un mayor riesgo que la economía colombiana representa a quien quiera financiar”, señaló Vargas.
Las proyecciones de las principales variables macroeconómicas, según los supuestos y evaluaciones del equipo técnico del Banco de la República, también dejan ver que este año la inflación se mantendría por encima de la meta del 3 %, aunque seguiría mostrando una tendencia a la baja, solo que más lenta.
Así, la inflación terminaría este año en el 4,1 % y no en el 3,1 %, como se dijo anteriormente (IPM de octubre de 2024), y lograría ubicarse en el 3 % hasta 2026.
Del mismo modo, la inflación básica continuaría descendiendo los próximos dos años, pero a ritmo menor pensado, pues la proyección de 2025 pasó del 3 % al 3,9 % y llegaría al 3,1 % en 2026.
De hecho, mientras se espera que la inflación de alimentos llegue al 3,3 %, por el aumento en los precios de las materias primas agrícolas según cotizaciones internacionales, principalmente, la inflación de regulados sería del 4,9 %, por el aumento en el precio del gas importado en línea con la tasa de cambio. Ambas cifras se revisaron al alza por estas presiones.
Según el gerente técnico, la razón principal por la cual su equipo revisó los pronósticos al alza fue por el efecto del salario mínimo en la inflación, dado su impacto en los costos laborales en la canasta de servicios, de forma mayoritaria, sobre lo cual se tendrá más certeza en marzo cuando se cuente con datos del IPC para al menos dos meses; “puede que lo estemos subestimando y el efecto sea mayor”, dijo.
Vargas concluyó que la magnitud considerable de los choques mencionados y los riesgos que llevarían la inflación al alza, “cuyo efecto está por verse”, llevan al emisor a mantener una postura contractiva que garantice la convergencia y evite desviaciones más persistentes.
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