S&P busca señales de que el gobierno Petro reconoce la situación fiscal y trabaja en ajustarla

S&P Global cree que el Gobierno debe hacer recortes de presupuesto este año porque el aumento en el recaudo no equilibraría las cuentas fiscales

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La estabilización y reducción de la deuda en Colombia este año serán claves para que el país pueda mantener su calificación soberana con S&P Global Ratings y se defina una nueva perspectiva, hoy negativa. Sin embargo, la firma tiene dudas de que el país lo logre, basada en el discurso del Gobierno, de acuerdo con Manuel Orozco, director y analista principal.

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La lectura de S&P, en línea con lo advertido por otros analistas, es que el Gobierno deberá hacer recortes de presupuesto este año porque el aumento en el recaudo no bastaría para equilibrar las cuentas fiscales con un nivel de gasto que se mantiene elevado. También advierte que si no se hacen en el primer semestre será difícil ver que tengan un impacto relevante.

“Estamos buscando señales de recuperación del ingreso y del Gobierno en reconocer la situación fiscal y ajustarse, aunque algunas declaraciones te hacen dudar sobre si van a hacer recortes y el momento en que los van a hacer, porque el discurso sobre el control de la caja no es suficiente”, señaló Orozco en el webinar de perspectivas económicas y fiscales de Corficolombiana.

El riesgo es que en 2025 se repita el desbalance en las cuentas públicas visto en 2024, cuando el recaudo tributario fue negativo y el gasto alto. De acuerdo con Orozco, a S&P le sorprendió el nivel del déficit fiscal que reconoció el Gobierno colombiano (6,8 % del PIB) a inicio de este año en la presentación del Plan Financiero 2025.

“El hecho de que la cifra estuviera muy por encima de lo que el Gobierno había dicho (5,6 % del PIB) impacta bastante la credibilidad de la Regla Fiscal y hay un riesgo de que esto se pueda repetir este año, lo decimos con la perspectiva negativa”, señaló el vocero.

Orozco recordó que el año pasado hubo una sobreestimación en los ingresos fiscales, sumada a un cambio de políticas, que corre el riesgo de replicarse este año. A febrero, de acuerdo con la DIAN, el recaudo de impuestos va en $49,51 billones, un 6,11 % más que en 2024.

“Hay que ver cómo se comporta a partir de abril para ver qué tan creíbles son esas metas del Gobierno porque lo relevante para nosotros es esa desviación y la capacidad de cumplir”, dijo.

Respecto al cumplimiento de la Regla Fiscal dijo que no le sorprendió que hubiera mecanismos para que se respetara en el papel, como sucedió en el pasado cuando hubo recursos adicionales por temas de arbitraje o venta de empresas públicas, incluso al depender de recursos extraordinarios o ver duplicidad de transacciones, “estas son cosas que no se ven en todos lados”, señaló.

Al final, para Orozco el problema es que la Regla Fiscal no está capturando muy bien temas estructurales. “Entre noviembre y enero, con el proceso de vigilancia del Gobierno, había esta idea de que la Regla Fiscal importaba al punto que se podía atrasar la ejecución de gasto y hacer una corrección importante. Con eso, aunque la presión no dejaba de existir, pateabas el problema para el próximo año y tenías un poco más de tiempo para resolverlo”, recordó.

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