Jorge Castaño, superintendente financiero de Colombia, entregó el balance del ejercicio de la entidad en el marco de la pandemia por el coronavirus. Habló de la salud del sistema financiero colombiano, utilidades y quejas de los usuarios por la crisis.
De acuerdo con datos presentados por Castaño, las utilidades del sistema financiero alcanzaron, en 2020, $55,5 billones, lo que representa una caída del 41,6 % frente a 2019.
Sin embargo, las utilidades siguieron aumentando cuando se revisan los resultados del sistema financiero con corte a noviembre: $41,3 billones.
El dato total de utilidades del 2020 se da por cuenta de que las entidades financieras sumaron $14,3 billones (cae 34,9 % frente a 2019), los establecimientos de crédito fueron los más destacados, con $6,1 billones.
Según Castaño, el 76 % de las utilidades de los establecimientos de crédito llegó por la gestión de portafolio.
Y se confirmó que “cerca del 68 % de las utilidades obtenidas por los establecimientos de crédito será retenido por las entidades para fortalecerlas patrimonialmente”.
Del lado de los fondos que administran recursos de terceros, hubo una caída del 43,6 % en las utilidades cuando se comprara con 2019 y llegaron a $41,2 billones.
Los fondos administrados de pensiones y cesantías reportaron utilidades por $29,1 billones.
Otras pistas del ejercicio:
Cerca del 54 % de las inconformidades las resolvió la Superintendencia Financiera a favor de los consumidores financieros.
El 17 % de las inconformidades fueron por revisión y liquidación de los créditos. Otro 16,9 % de las quejas tuvo que ver con los periodos de gracia otorgados en medio de la crisis.
La Superfinanciera dio también instrucciones para revisar la disminución de riesgos y se devolvieran recursos a los tomadores.
Por lo anterior, se giraron $263.000 millones a 2,86 tomadores de seguros durante la pandemia. Lo anterior, hay que recordar, no tuvo en cuenta el Soat, pues los riesgos por siniestros de tránsito sí podían mantenerse vigentes.
El Sistema Financiero, según Castaño, también estuvo expuesto a varias pruebas de estrés: fueron en total 40 ejercicios en 13 entidades.
Un reto importante tuvo que ver con que los fondos de inversión colectiva “también contaron con la capacidad para responder rápidamente a las necesidades de liquidez de los inversionistas”.
Recordó Castaño que, en tan solo dos semanas de marzo, se retiraron $36 billones de fondos de inversión colectiva. Lo anterior se llevó a cabo “sin contratiempos durante el periodo de mayor volatilidad”.
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