El sistema de salud en Colombia acumuló un déficit de $19,7 billones entre 2022 y 2024 que sería necesario cubrir con el presupuesto del próximo año para no poner en riesgo la prestación del servicio de más de 15 millones de personas en situación de pobreza monetaria.
Así lo concluye un estudio realizado por ANIF en conjunto con la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo (Afidro), con el objetivo de estimar las necesidades de financiamiento del sistema.
Este déficit viene acumulado de diferentes frentes. Por un lado, en 2024, la Unidad de Pago por Capitación (UPC) debió haber aumentado 15,6 %, según el estudio, una cifra que está 3,6 puntos porcentuales por encima de la que decretó el Gobierno (12 %) en diciembre del año pasado.
En su momento, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, dijo que la asignación era equitativa y suficiente, a pesar de que las empresas pedían entre 16 % y 18%. De hecho, según los cálculos del centro de estudios, el aumento nominal decretado por parte del Gobierno ha estado subestimado desde 2021.
A lo anterior se suma una estimación de $1,9 billones faltantes este año en recursos de presupuestos máximos, dada la importancia de la atención de enfermedades huérfanas y de alto costo. Si se suma el faltante entre 2022 y 2024, la cifra asciende a $4,6 billones.
“Para dimensionar las cifras, lo anterior es equivalente a dejar de suministrar el tratamiento continuo de cerca de 327.000 pacientes con diabetes tipo 2 durante un año”, explicó ANIF, al tiempo que advirtió que el sistema se enfrenta a grandes retos en términos de financiamiento que ponen en riesgo la salud del país.
Impacto en medicamentos y acceso a servicios
El estudio reveló además cómo la falta de recursos se refleja en aspectos como la escasez de medicamentos y la cancelación de algunos servicios de salud.
Por un lado, el Invima generó la alerta de que, de un grupo de 207 medicamentos de alto costo utilizados para la atención de enfermedades crónicas, 13 se encuentran desabastecidos y 9 están en riesgo de desabastecimiento. Por otro, el porcentaje de cirugías canceladas por causas atribuibles a la institución prestadora viene en aumento desde 2021. De hecho, registró un incremento relativo del 30,7 % para el segundo semestre de 2023.
Este año, por cuenta de la coyuntura, Nueva EPS y Sanitas, dos de las EPS más grandes del país con 15,7 millones afiliados, fueron intervenidas, Compensar entró en liquidación voluntaria, mientras Sura y Salud Bolívar se retiraron del sector voluntariamente.
“Cada vez que una EPS es intervenida termina por ser liquidada, lo que aumenta la carga para las demás EPS del sistema, pues reciben a todos los usuarios sin cobertura en una lucha contra el reloj”, lamentó ANIF al tiempo que recordó que el Covid-19 generó presiones adicionales, asociadas a un mayor uso del sistema por parte de la población.
El centro de estudios destacó que el sistema de salud en Colombia es uno de los grandes logros de equidad de las últimas décadas, con una cobertura del 99,6 % de la población, según cifras del Ministerio de Salud. Esto permite que el país registre uno de los gastos de bolsillo total en salud más bajos dentro de los países de la OCDE (13,7 %).
Finalmente, recomienda aliviar las presiones financieras dentro del sistema fortaleciendo las técnicas de información y auditoría para llevar un control más efectivo de las cuentas por cobrar y por pagar, realizando un ajuste de riesgo con base en las condiciones de salud de los afiliados y generando nuevas fuentes de ingreso.
Sin embargo, también será imperante hacer un incremento en la Unidad de Pago por Capitación (UPC) que se estima en 16,4 % para 2025. “Este valor corresponde al aumento para cubrir los servicios de salud del próximo año y no implica que se salde el déficit acumulado de años anteriores”, resaltó.
ANIF concluyó insistiendo en que la necesidad de recursos es apremiante, aunque el sistema es sujeto de mejoras en varios frentes. “Sin discutir el problema crítico que agobia la salud actualmente, no podrá construirse una visión prospectiva que garantice el funcionamiento de uno de los mayores avances en equidad de nuestra historia reciente”.
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