A pesar de que el consumo de pescados y mariscos en Colombia ya dejó de ser un ‘boom’ reservado para la época de Cuaresma o Semana Santa, lo cierto es que entre febrero y abril se mantienen los mejores meses del año para productores y comercializadores, con un 40% de aumento en ventas respecto a otros periodos.
De acuerdo con Nicolás del Castillo, director de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap), “la estacionalidad derivada de la Semana Santa se ha ido perdiendo y los colombianos son cada vez más conscientes de las ventajas y atributos nutricionales del consumo de pescados y mariscos. Sin embargo, Semana Santa sigue teniendo el mayor pico de consumo del año”.
La expansión del consumo per cápita anual de pescados y mariscos ha llevado a que este haya incrementado de 1,7 kilogramos hace 30 años a 6,9 kilogramos en la actualidad y con una tendencia creciente, gracias al impulso que otorgan épocas como la Semana Mayor. No obstante, Colombia aún se encuentra por debajo de la media mundial que tiene un consumo anual de 18 a 20 kilogramos por persona.
Carlos Toro, director del Negocio de Cárnicos del Grupo Éxito, explicó por su parte que esta época ha sido atípica pues a diferencia de otros años en los cuales Cuaresma inicia en febrero, en 2019 ocurrió en marzo, lo que dio un mayor tiempo de maniobra y aprovisionamiento, con el fin de incentivar la compra y venta.
“Este año esperamos vender 1,8 millones de kilos de pescados y mariscos entre Cuaresma y Semana Santa pues creemos que hay una cultura y consumo que va creciendo en Colombia”, afirmó Toro.
En este sentido, 70% de los productos frescos y congelados que vende el Grupo Éxito, uno de los mayores comercializadores del país, pertenecen a pesca de cultivo como tilapia, cachama, trucha, mojarra o bagre, mientras que los mariscos representan 17% y las especies de mar cerca de 13% del total.
“Trabajamos en la consecución de productos de calidad con temas regulatorios con la Aunap y desde octubre se empieza a coordinar con productores y proveedores las condiciones para esta época, bajo las normas establecidas”, agregó Toro.
De esta manera, se establecen filtros para no comercializar especies en vía de extinción, respetando la no venta de tipos de animales del Libro Rojo de Colombia, como, por ejemplo, el tollo o el mero del Atlántico.
Para Gonzalo Chica, propietario de Distribuciones Bahía Solano, de la que hace parte la marca Pez Bahía, una de las más reconocidas del país, las ventas para la época de Semana Santa aumentan entre 30% a 40 %, gracias al aumento del consumo de especies como atún, pargo, mero, brótola, róbalo, camarón, langostino o bagre.
En Bahía Solano esta actividad se desarrolla en Zonas Exclusivas de Pesca Artesanal (ZEPA), las cuales son reguladas por la Aunap, la cual vigila que no se pesquen especies amenazadas, favoreciendo la preservación de especies marinas. A su vez, los peces capturados se toman respetando la época de veda que es el momento de desove.
“Concentramos nuestra producción en la zona norte del Océano Pacífico y para ello contamos con todos los permisos requeridos por la Aunap para pescadores artesanales. En este periodo podemos vender muchas toneladas a compradores como el Grupo Éxito, con el cual tenemos una muy buena relación desde 2010”, aseguró Chica.
Bahía Solano, al igual que Tumaco en el Pacífico, La Guajira, Atlántico y cultivos en Huila, Antioquia y otros más en Cundinamarca se convierten en la principal despensa de peces para Colombia, con especial producción para Semana Santa.
Especies importadas y potenciación del consumo nacional
Si bien se trabaja desde diferentes ámbitos en la producción y consumo local, más del 30 % de especies que se comercializa corresponde a peces de importación.
En este sentido, destacan los camarones ecuatorianos, basa de Vietnam, salmón de Chile, merluza y calamar de Perú o cojinúa y jurel de México. Por ejemplo, “en Colombia se consume por cada trucha, cuatro salmones”, explicó Toro, lo que demuestra la acogida que tiene esta especie en el país y que no se encuentra como tal de manera natural.
“Colombia es un gran consumidor de pescado y se debe aprovechar que tenemos dos océanos y múltiples fuentes hídricas para incentivar la producción, de manera responsable con el ambiente. Para potenciar la actividad, las autoridades nacionales estamos trabajando de la mano con comercializadores y productores, fortaleciendo campañas en televisión y redes sociales, con lo que se busca incrementar el consumo nacional de manera gradual mirando más allá de la Semana Santa”, concluyó el director de la Aunap.