El continuo crecimiento en los precios en la cadena bovina en los últimos años terminó llevando a algunos consumidores a cambiar sus preferencias, sustituyendo compras de carne de res por cerdo y pollo y con impactor en el sector avícola en Colombia.
Así lo aseguró en su más reciente informe la Dirección de Investigaciones Económicas de Bancolombia.
A pesar de esto, en 2023 dicha tendencia se ha frenado en la medida en que los precios en la cadena bovina se han estabilizado y, con esto, sugiere la entidad, es de esperarse para lo que queda de este año y para 2024 una estabilización en el precio mayorista del pollo, en un rango de $10.000 a $12.000 el kilo (entero, fresco y sin vísceras).
“Sería de esperarse que en las cifras del último trimestre de este año se observe una tendencia similar en precios al consumidor, quienes en septiembre, según el IPC (Índice de Precios al Consumidor) de carne de aves, observaron un encarecimiento de este producto del 9,76 % comparado con septiembre de 2022, y del 7,67 % en lo que va corrido del año”, se lee en la investigación.
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En este contexto, Bancolombia plantea la inquietud de que, si el precio del pollo venía aumentando en 2023, ¿por qué se empieza a observar una disminución en la producción?
“Los empresarios dedicados a la producción de carne de pollo, apalancados en lo corto y eficiente del ciclo productivo (5 a 7 semanas), han aprendido a ajustar de manera rápida la oferta para evitar crisis vía precios”, explican.
En la pandemia se evidenció de manera muy clara, y ahora que la perspectiva en precios de la carne de res es diferente, y que el consumo de los hogares está de capa caída, Bancolombia sugiere que es posible que esto explique una variación anual de casi -8 % y -6 % en las toneladas producidas en mayo y junio de este año. Con esto, la producción acumulada a agosto decrece 0,5%, mientras el precio promedio a agosto en el mercado mayorista aumenta un 8 %.
Precios de las materias primas en el sector avícola en Colombia
Los precios globales de materias primas han bajado, pero solo hasta 2024 esto se verá reflejado en los resultados de los avicultores.
“Aun cuando los precios en dólares (Bolsa de Chicago) de la soya y el maíz amarillo han experimentado una corrección del 11 % (en el promedio acumulado a junio), el precio internacional de la torta de soya ha aumentado 0,4 %, y los precios locales de estas materias primas apenas empiezan a dar señales bajistas”, resalta la investigación de Bancolombia.
Si se mira el índice de precios al productor (IPP) de la producción nacional de alimentos balanceados, este llegó a su pico en abril de este año con un valor de 232,4 puntos, mientras un año atrás era de tan solo 186,6, y a septiembre el valor provisional reportado por el DANE es de 217,6, apenas 6,4 % inferior al pico de abril.
“La buena noticia es que el último reporte del USDA proyecta una mejora importante en inventarios globales de estas materias primas, con lo cual el retroceso en precios se espera se profundice durante 2024, siempre y cuando no se materialicen nuevos riesgos geopolíticos”, finalizó la investigación.
