Justo en los momentos en que el país más necesita de jugadores que entreguen energía firme a la matriz, por el vacío que deja HidroItuango, los representantes de TermoTasajero III anunciaron la cancelación de su proyecto de generación a carbón en Colombia, informó Portafolio hoy.
En una misiva con fecha del 4 de mayo pasado y dirigida a Ricardo Ramírez Carrero, director de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), los representantes de la generadora térmica argumentaron que tomaron la decisión por la falta de interés del Gobierno por este tipo de iniciativas.
“Solicitamos a la Upme realizar el retiro del proyecto Tasajerro III del Registro de Proyectos de Generación de Energía Eléctrica, el cual se motivó por el desincentivo del Gobierno para la generación a carbón y el impulso dado a contratos exclusivos para fuentes renovables no convencionales”, señala la carta.
El representante legal de TermoTasajero Dos (promotor del citado proyecto), Hernando Díaz Martínez, dijo que, luego de varios análisis y consideraciones con respecto a los contratos exclusivos para fuentes renovables no convencionales, los ejecutivos de la generadora establecieron tres razones de peso, entre otras, para cancelar la operación.
“La principal es que quedó demostrado que al Estado no le interesa generar energía con el carbón, y solo basta con mirar las normas expedidas para llegar a la conclusión que le interesa sólo impulsar esta clase de fuentes”, dijo.
El representante reiteró que las plantas térmicas con base a carbón necesitan suscribir contratos de largo plazo para la rentabilidad de su operación, y así, recuperar las inversiones.
“El segundo tema que inquieta, es que, en un reciente evento en Cartagena, el presidente de Promigas, Antonio Celia, sugirió que se le debía poner un impuesto al carbón”, señaló.
Y el tercer punto, considerado por los representantes de TermoTasajero Dos, es que en el país existe un ambiente crítico errado hacia la operación, por los niveles de contaminación.
“En Colombia, los procesos de las térmicas son ambientalmente sostenibles, y cumplen con los temas de emisiones en el sector energético en forma excesiva; pero, los contradictores se han dedicado a plantear que la producción de energía de estas plantas es contaminante”, dijo Díaz.
DESESTÍMULO A LA INVERSIÓN
Al conocerse la noticia sobre la cancelación del proyecto TermoTasajero III, el gremio de las generadoras térmicas no dudó en señalar que varias de las empresas están congelando sus respectivas operaciones de inversión.
“Si la señal solo es exclusiva para las energías renovables no convencionales, se cierra la alternativa para vender energía en contratos para las térmicas a carbón, y no se tiene el incentivo para lleva adelante un proyecto”, señaló Alejandro Castañeda, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg).
Castañeda agregó que la falta de claridad en las reglas de juego por parte del Gobierno llevó a TermoTasajero Dos a liquidar el citado proyecto a carbón.
“TermoTasajero III ya tenía su licencia ambiental aprobada, y su inversión se estimaba en US$500 millones”, reiteró el vocero de Andeg.
Esto ha llevado a que la banca, incluso la local, también exprese sus reservas, en el sentido de no tener el interés en apoyar proyectos de generación a carbón.
“El sector estaba esperando con mucha ansiedad la nueva subasta, y cuando se anunció con preferencia en las energías renovables no convencionales, se sumó que al carbón le pusieron muchas limitantes y trabas”, dijo Castañeda.
LA HISTORIA DE TERMOTASAJERO
TermoTasajero Dos opera las centrales a carbón Tasajero I y Tasajero II con una capacidad instalada de 160 megavatios (Mw) para cada una de las plantas.
TermoTasajero III, en su programación tendría una capacidad instalada de 250 Mw.
Los complejos termoeléctricos I y II están ubicados en la cabecera municipal de San Cayetano, en el departamento de Norte de Santander.
Inicialmente se contemplaba una cuarta planta (TermoTasajero IV), sin embargo, Portafolio confirmó que ya está descartado este proyecto.
La citada compañía ingresó al mercado de derivados de commodities energéticos en 2015. Fundada en 1984, la firma de Bogotá opera como filial de Colgener.