Antes del plazo máximo el 15 de enero de este año, la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) y la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX) finalmente llegaron a un acuerdo para evitar las huelgas de trabajadores en puertos de EE. UU. (Estados Unidos).
En el nuevo contrato de seis años, ambas partes decidieron operar bajo el contrato actual hasta que el sindicato pueda reunirse con su Comité de Escala Salarial completo y programar una votación de ratificación, y los miembros de la USMX puedan ratificar los términos del contrato final.
“Nos complace anunciar que la ILA y la USMX han alcanzado un acuerdo tentativo sobre un nuevo contrato maestro de seis años, sujeto a ratificación, evitando así cualquier interrupción laboral el 15 de enero de 2025”, declararon ambas partes en un comunicado conjunto.
El documento agrega: “Este acuerdo protege los empleos actuales de la ILA y establece un marco para implementar tecnologías que crearán más empleos al mismo tiempo que modernizan los puertos de la Costa Este y del Golfo, haciéndolos más seguros y eficientes, y creando la capacidad que necesitan para mantener fuertes nuestras cadenas de suministro”.
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Aunque no se dieron detalles específicos del contrato o las condiciones, pues estos aún permanecen en confidencialidad, se dice que el pacto ha sido considerado como un triunfo para todas las partes, pues garantiza la protección de los trabajos existentes a los empleados, la continuidad de la cadena de suministro y la buena dinámica de la economía estadounidense.
“Es un acuerdo beneficioso para todos, que genera empleos en la ILA, apoya a los consumidores y empresas estadounidenses, y mantiene a la economía de EE.UU. como un centro clave del mercado global”, comentaron las partes en el comunicado.
Es importante mencionar que la negociación surge tras un período de tensiones que incluyó una huelga de tres días en octubre pasado. Si bien la disputa culminó con un acuerdo parcial sobre aumentos salariales y una extensión temporal del contrato, el tema de la automatización portuaria seguía siendo un punto crítico sin resolver.
Las diferencias entorno a este tema seguían amenazando con una próxima huelga que limitaría el comercio internacional desde la principal economía del mundo. No obstante, tal como se mencionó anteriormente, las partes llegaron a puntos en común.
