El economista de derecha Santiago Peña, del gubernamental Partido Colorado, ganó este domingo por amplio margen las presidenciales de Paraguay, frente al opositor Efraín Alegre.
Peña obtuvo más del 42 % de los votos, mientras que Alegre consiguió el 27 % y el exlegislador Paraguayo Cubas obtuvo el tercer lugar con el 22 %.
La participación en las elecciones fue del 63 %. Peña, de 44 años, tomará el lugar del presidente Mario Abdo Benítez el 15 de agosto y gobernará por cinco años.
El Partido Colorado ha estado en el poder en Paraguay, tanto en dictadura como en democracia, con excepción de un breve periodo durante el gobierno del izquierdista Fernando Lugo (2008-2012), quien fue destituido en un juicio político un año antes de que finalizara su mandato.
Santiago Peña y su relación con Horario Cartes
En sus primeras declaraciones de Peña como ganador, agradeció a Horacio Cartes (2013-2018) exmandatario y su patrocinador político, quien ha tenido escándalos de corrupción, además, fue sancionado por Estados Unidos como “significativamente corrupto”.
De acuerdo con la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), Cartes incurrió en actos de corrupción antes, durante y después de su mandato como presidente de Paraguay.
Sin embargo, a pesar de las fuertes acusaciones, Peña no se alejó de Horacio, y continúo marcando su camino a la presidencia de Paraguay, cabe aclarar que debido a las sanciones económicas contra Cartes se alteró el mecanismo de créditos bancarios. Nadie quería prestar plata.
A pesar de los obstáculos que se le presentaron a Santiago Peña, en reiteradas ocasiones le mencionó a los medios que fue un colaborador del gobierno de Horacio Cartes que actuó con total autonomía, para finalmente, salir victorioso y consagrarse como el nuevo presidente de Paraguay.
Así las cosas, Santiago se zafó de la figura de títere. Peña durante su campaña ha tocado temas polémicos, temas de política exterior como los vínculos con Taiwán y su intención de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel y trasladar la sede de su embajada nuevamente a esa ciudad.
Peña argumentó que Israel ya ha establecido a Jerusalén como su capital, y que el Congreso y la Presidencia se encuentran allí, por lo que no ve razón para cuestionar su decisión.
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Los retos de Santiago Peña como nuevo presidente de Paraguay
Hace seis años, Peña decidió renunciar a su cargo como ministro de Hacienda para postularse como precandidato a presidente de Paraguay, pues quería ir más allá, hacer más por el país.
Sin embargo, perdió las internas del partido en 2017 frente a Mario Abdo, a quien ahora reemplazará como presidente.
Ahora, Santiago Peña, enfrentará el desafío de mantener una economía controlada y mejorar su desempeño, reconociendo que las cifras macroeconómicas del país no son la única medida de la economía.
Para cumplir con sus promesas de campaña, el presidente deberá responder a las necesidades urgentes de las personas en situación de pobreza y crear medio millón de nuevos empleos.
Además de estos desafíos económicos, el presidente también tendrá que trabajar para fomentar la unidad interna del país a partir del 15 de agosto.