Desde la más reciente Convención Bancaria, el aumento del salario mínimo en Colombia para 2023 fue una de las puntas de lanza sobre lo que se espera sea la capacidad de crecimiento productivo de las empresas en el país, también con un escenario en el que la reforma tributaria dejaría algunas consecuencias críticas.
El primero en hablar sobre el debate fue el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, quien explicó que tener una inflación cerca al 10 % le dará un tinte de mayor peso a lo que sería el alza de ese salario mínimo.
Dijo Mejía que, entendiendo en viraje al que se enfrenta el ejecutivo en el país, con un Gobierno más afín a las demandas de las centrales obreras, habrá que tener en cuenta que las propuestas de alza del salario mínimo no sean disparatadas.
Mencionó en su momento Mejía incluso que una petición del 20 % o 25 % en el alza de ese salario mínimo no es descabellada, justamente porque habría más receptividad a dichas demandas.
De primerazo, que se proponga un alza del salario mínimo en esos rangos es plausible, pero sobre su pertinencia hay otros puntos a atender y el Banco de la República es uno de los primeros en prender alarmas.
Perspectivas del alza salarial
Cuando a cierre del 2021 el expresidente Iván Duque decretó el alza del salario mínimo en 10,07 %, con una inflación del 5,62 %, el gerente del emisor, Leonardo Villar, dijo que ese incremento “dificultaba la tarea del emisor” por mantener la meta en el 3 %, teniendo en cuenta también el contexto de altos precios.
Esto último, pues la economía colombiana, año tras año, tiene cambios en los precios dependiendo del aumento del salario mínimo como son los incrementos de algunos servicios, cuotas moderadoras de salud, pólizas, arriendos y, en algunos casos, pagos educativos.
Para los empresarios si bien las centrales obreras son autónomas de exigir el alza que más les parezca, tampoco es conveniente tener un incremento tan significativo.
Esto último pues el alza del salario en 20 % o 25 % no solo supone que este repunte hasta los $1,2 millones o $1,25 millones, sino que también se incrementen las contribuciones que se hacen por parafiscales, cajas de compensación y primas.
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Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), ha sido enfático en que se sopesen los efectos sobre lo que el alza en el salario mínimo pudiera tener de cara a la generación de nuevo empleo en Colombia.
Una tesis que respaldó en su momento Henrique Gómez París, director de la Asociación de la Industria Gastronómica (Acrodres). Explicaba tras el alza del salario mínimo del 2022 que son pocos los establecimientos que pagan el mínimo dada la alta informalidad en la economía colombiana.
De momento, y a falta de meses para que empiece la discusión del alza del salario mínimo en la mesa de políticas salariales, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, dijo que el aumento para 2023 se va a dar con base en las peticiones de todos los segmentos y abogando por la economía de los hogares colombianos
