BRC Standard & Poor’s analizó en un informe los principales efectos que tendrían las medidas de aislamiento social sobre diferentes tipos de activos del sector de infraestructura en Colombia, observando varios retos y riesgos de cara al futuro.
De este modo, destacó que espera demoras en la ejecución de proyectos de infraestructura frente al cronograma inicial, lo que llevaría a revisar varias condiciones contractuales, en especial las relacionadas con fuerza mayor y los posibles procesos de renegociación con concedentes y entidades financieras.
En tanto, los riesgos de demanda a los que están expuestos los activos aeroportuarios y viales los hace más vulnerables a los efectos de la pandemia. S&P ve para el primer tipo de activos que la demanda retorne a márgenes similares a 2019 en un periodo de dos a tres años, mientras que para los proyectos viales ve que la recuperación sea más rápida una vez se eliminen las restricciones de movilidad.
De otro lado, la restricción definida sobre la capacidad máxima de pasajeros (35%), presionaría la liquidez de los sistemas de transporte masivo en Colombia. Esto implicaría mayores requerimientos de recursos a los entes territoriales a los cuales están adscritos los sistemas. Algunos de ellos ya han anunciado su apoyo a los sistemas, sin embargo, “seguiremos monitoreando al sector y revisando si dicho respaldo es suficiente para la operación de estos”, agregó la calificadora.
Otro sector relacionado que analizó fue el de las empresas de servicios públicos, las cuales al ser esenciales presentan cierta resiliencia frente a otros sectores de infraestructura.
No obstante, la posibilidad de financiar el pago de facturas hasta en 36 meses por parte de los usuarios, “incrementaría sus necesidades de capital de trabajo. Esto, sumado a los elevados compromisos de inversión y problemas previos de recaudo podrían presionar su liquidez”, concluyó BRC Standard & Poor’s al respecto.
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