S&P Global Ratings confirmó hoy sus calificaciones crediticias de emisor a largo y corto plazo ‘AAA / A-1 +’ para la Corporación Financiera Internacional (IFC, por su sigla en inglés). La perspectiva se mantiene estable.
Al mismo tiempo, eliminó las calificaciones de UCO, donde las colocó el 14 de diciembre de 2018, después de publicar sus criterios revisados de los organismos multilaterales de crédito (MLI, por su sigla en inglés).
Las calificaciones de la IFC se basan en su perfil de riesgo empresarial “muy fuerte” y su perfil de riesgo financiero “extremadamente fuerte”.
No tiene capital exigible, por lo que la calificación crediticia del emisor a largo plazo refleja su evaluación del perfil crediticio independiente en ‘aaa’.
Resumió estos factores en sus criterios revisados, «Metodología de calificación de las instituciones financieras multilaterales y otras instituciones supranacionales», publicado el 14 de diciembre de 2018.
La evaluación de la función y el mandato de la política pública de la IFC está respaldada por su historial de más de seis décadas de cumplimiento de su mandato.
Establecida en 1956, es una de las instituciones de préstamos multilaterales más antiguas y una de las mayores por número de accionistas, y es miembro del Grupo del Banco Mundial (GMB).
“Consideramos que su mandato centrado en el sector privado y su importante enfoque sectorial en los servicios financieros se cumplen, en parte por otras instituciones centradas en el sector privado o instituciones públicas nacionales en los países de operaciones de la IFC”, comentó la calificadora.
Sin embargo, esto podría contrarrestarse siguiendo el compromiso renovado de los accionistas con las soluciones de desarrollo lideradas por el sector privado y el fortalecimiento de la IFC.
Lo anterior equivale a enfocarse en crear y abrir nuevos mercados para apoyar al sector privado, así como la movilización a través de sus servicios de asesoría y mitigación de riesgos y mejora de productos de créditos (conocidos por maximizar la financiación para el desarrollo), en línea con la visión de futuro del Grupo del Banco Mundial presentada en 2016.
El 21 de abril de 2018, el comité de desarrollo de la Junta de Gobernadores del GBM aprobó un aumento de capital de 5.500 millones de dólares para la IFC, como parte de un paquete de aumento de capital pagado de 13.000 millones de dólares para el BIRF y el IFC.
El capital adicional está destinado a fortalecer la capacidad de la IFC para asumir mayores riesgos y brindar soluciones innovadoras del sector privado a escala, particularmente en países frágiles y afectados por conflictos y países elegibles para la AIF, dado el mayor enfoque del GBM en estas áreas.
A cambio, la IFC ha acordado aumentar sus compromisos con los países de la AIF.
“Consideramos que el modelo de negocios de IFC es particularmente adecuado para alcanzar estos objetivos, en particular con la adopción de la estrategia a largo plazo, que representa un modelo operativo más deliberado y sistemático para respaldar la creación de mercados y la movilización del sector privado”, comentó S&P.
También cree que la implementación exitosa de esta estrategia, el uso creciente de los servicios de asesoría de la IFC y las plataformas de co-préstamo, combinadas con un aumento de los productos de mejora del crédito y la mitigación del riesgo, conducirían a un perfil de riesgo empresarial más sólido a medio plazo.