S&P Global Ratings confirmó sus calificaciones crediticias soberanas en moneda extranjera y local a largo y corto plazo ‘BB- / B’ en Brasil.
La perspectiva de las calificaciones a largo plazo se mantiene estable. Al mismo tiempo, confirmó su evaluación de transferencia y convertibilidad de ‘BB +’.
También afirmó su calificación en escala nacional ‘brAAA’, y la perspectiva se mantiene estable.
La perspectiva estable refleja su opinión de que la administración de Bolsonaro promoverá políticas, con el apoyo del Congreso, para mejorar lentamente los déficits fiscales, aunque la deuda neta del Gobierno continuará aumentando.
Así mismo, “esperamos una aceleración moderada del crecimiento económico con una mayor confianza de los inversionistas después de pasar por un modo de esperar y ver antes de las elecciones, respaldado por alguna mejora del perfil fiscal y la recuperación continua de los préstamos crediticios”, comentó.
Dijo que podría elevar las calificaciones en los próximos dos años, si la amplitud y la profundidad de los avances de las políticas sugieren un cambio más rápido en las trayectorias fiscales y de crecimiento de Brasil de lo que espera actualmente.
Esto implicaría la propuesta, aprobación y ejecución de iniciativas políticas sólidas. Una mejora más aguda en la deuda neta del Gobierno y las cargas de interés en Brasil probablemente requeriría la implementación exitosa de políticas fiscales correctivas estructurales y mayores perspectivas de crecimiento del PIB.
También podría mejorar a Brasil, si la dinámica de crecimiento del PIB real ya no se compara desfavorablemente con sus pares que tienen un nivel similar de desarrollo económico.
Finalmente, podría subir las calificaciones si, contrariamente a sus expectativas, el sólido perfil externo de Brasil se fortalece aún más, a pesar de la volatilidad global, particularmente si mantiene una posición neta de acreedores externos en los próximos dos años.
Por el contrario, podría reducir las calificaciones durante el próximo año si se produjera una imprevista debilidad en la balanza de pagos de Brasil que perjudique el acceso al mercado o genere un fuerte aumento de la deuda externa.
Alternativamente, un deterioro significativo en la credibilidad de la política monetaria, marcado por un aumento persistente de la inflación o un compromiso debilitado a un tipo de cambio flotante, también pesaría sobre la calificación.
Concluyendo, mencionó además que podría bajar las calificaciones, si el gobierno toma medidas que exacerban las ya grandes vulnerabilidades fiscales, es decir, que dañan las perspectivas de una disminución lenta de los déficits gubernamentales o aceleran el aumento de la deuda.