El más reciente reporte de Moody’s Investors Service, publicado este martes, advierte que, si bien los efectos directos de la invasión a territorio ucraniano serán menores para América Latina que para otras regiones, la guerra entre Rusia y Ucrania provocará fuertes presiones inflacionarias y limitará el crecimiento económico en la región. Lea más en noticias económicas internacionales.
Después de 41 días que completa la invasión que ordenó el presidente ruso, Vladimir Putin, a Ucrania –el 24 de febrero de 2022–, el reporte argumenta que América Latina posee poca relación económica y financiera directa con Rusia y Ucrania; sin embargo, “el aumento de los precios de la energía y la nueva ola de choques de abastecimiento restringen el acceso a commodities agrícolas e industriales, lo cual genera mayor inflación y probabilidad de prolongación del endurecimiento de la política monetaria”.
Gersan Zurita, senior vice president de Moody’s destaca que “el incremento de precios del crudo, alimentos y metales atiza la inflación, lo que lleva a un aumento de la tasa anual media en América Latina a 7,3% en febrero, de 2,8% un año antes”.
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“Esperamos que las presiones inflacionarias se moderen en la segunda mitad del año, pero la inflación se mantendrá muy por arriba de los objetivos de los bancos centrales”, agrega.
El reporte de Moody’s Investors Service señala que países como Brasil, Chile, Colombia y Perú, al ser productores de energía donde los precios se mantienen a la paridad internacional, se verán beneficiados por el incremento de los precios de los commodities.
Pese a que ese panorama es alentador, alerta que habrá incrementos en los costos de los insumos “para el transporte –el aumento en los precios de los combustibles afectará a las aerolíneas si no logran incrementar las tarifas lo suficiente para compensarlo– y para la agricultura debido a que las exportaciones de fertilizantes de Rusia son importantes para América Latina, especialmente para Brasil”.
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De acuerdo con Moody’s, los sectores de manufactura e infraestructura tendrán efectos limitados en lo que respecta al restringido acceso a la materia prima. Entre tanto, “los proveedores de partes de automóviles, por ejemplo, podrán orientar su producción hacia vehículos con menor uso de semiconductores en caso de continuar o empeorar la escasez de chips”.
Agrega que, a pesar de las interrupciones en la cadena de abastecimiento, “las compañías de infraestructura que están incrementando su capacidad instalada no deberían enfrentar costos adicionales debido a los términos de contratos de construcción de precio fijo”.
Debido a la limitada relación comercial que tienen las instituciones financieras de América Latina con Rusia y Ucrania, Moody’s afirma que estas se encuentran “relativamente aisladas” de las sanciones financieras que afectan al Kremlin. En tanto, precisa que la mayoría de los efectos serán “indirectos y se materializarán como riesgos macroeconómicos”.
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“La inflación genera riesgo para las bursatilizaciones de consumo y de recuperación de costos de las compañías públicas. El riesgo de desempeño será mayor para aquellos bonos respaldados por hipotecas residenciales y por créditos al consumo, debido a que la inflación restringe la capacidad de pago de los deudores”, concluye.