La producción rusa de crudo podría declinar el año que viene debido a un pacto global de reducción del bombeo, dijo el martes el ministro de Energía, Alexander Novak, con lo que posiblemente terminaría una década ininterrumpida de crecimiento.
La OPEP y otros grandes exportadores petroleros acordaron este mes reanudar los recortes dado que los precios del crudo se han hundido a menos de 60 dólares desde los más de 80 dólares el barril en octubre, en un golpe a las arcas de muchos productores.
Rusia se comprometió a bajar su producción petrolera en 228.000 barriles por día (bpd) desde un promedio mensual histórico de 11,41 millones de bpd.
Novak señaló que la reducción se alcanzará durante el primer trimestre dado que la producción ha excedido los 11,42 millones de bpd en diciembre hasta ahora. Las declaraciones fueron hechas durante una presentación ante la cámara baja del Parlamento.
El ministro dijo que la producción rusa de crudo se encaminaba a subir este año unos 200.000 bpd a 556 millones de toneladas. La producción rusa de crudo se había mantenido en una tendencia alcista ininterrumpida, gracias a nuevos yacimientos petroleros.
Novak indicó que el escenario base para la producción de 2019 era de 555 millones a 556 millones de toneladas.
“Podría ajustarse, tomando en cuenta la reducción, creo que unos 3 a 4 millones de toneladas a la baja. Pero mucho dependerá de las medidas adicionales que tomaremos”, afirmó el funcionario. “Es difícil dar un pronóstico preciso, actualmente hay mucha incertidumbre”.