El consumo privado en Colombia lleva dos años moviéndose al mismo ritmo que lo hace la economía en general, por lo que, aunque se ubica en terreno positivo sigue siendo frágil frente a otros países según el estudio “El estado del consumidor” de Moody’s Ratings para diciembre de 2024.
En una situación similar en Latinoamérica se encuentra Chile, donde, de hecho, el gasto privado ha sido más lento que la economía; por el contrario, en México y Brasil el consumo es más fuerte que el crecimiento general del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que se muestra más sólido.
Según Moody’s Ratings, los factores idiosincrásicos entre los diferentes países de la región y los cambios en Estados Unidos con la llegada de Donald Trump influirán tanto en el crecimiento económico como en el comportamiento de los consumidores en 2025.
“La economía global se acerca a una nueva normalidad macroeconómica a medida que se desvanecen los efectos de los shocks anteriores”, señaló la firma en el informe.
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Sin embargo, también se advierten riesgos internos persistentes para el consumo en la región, particularmente en Brasil, Colombia y México, donde los gobiernos luchan por reducir sus gastos fiscales, “lo que podría complicar los intentos de los bancos centrales por flexibilizar la política monetaria”.
En la región, la caída general de la inflación este año ha permitido a los bancos centrales empezar a reducir las tasas de política monetaria, a pesar de un repunte marginal en algunos países. Por ahora, los índices de precios al consumidor se mantienen cerca de la banda superior de las metas de los bancos centrales, aunque se espera que converja más cerca en 2025. En consecuencia, ha aumentado el poder adquisitivo de los consumidores.
Y es que la flexibilización de la política monetaria favorece los créditos de consumo. De hecho, se prevé que la caída de las tasas de interés respaldará el gasto privado. Sin embargo, en cada país la situación es diferente: mientras en Brasil el banco central está revirtiendo el ciclo de flexibilización y subiendo las tasas; en Colombia, el consumo viene repuntando desde los recortes.
Es así que, según Moody’s Ratings, el crédito de consumo se ha expandido a diferentes ritmos en la región: aumentó con fuerza en Brasil (donde es casi la mitad de los créditos vigentes) y México (aunque partiendo de una base baja), de forma moderada en Colombia y se mantuvo ampliamente estable en Chile.
Respecto al tema fiscal, en Colombia, Moody’s Ratings considera que el aumento del ruido político y la incertidumbre sobre la dirección de las decisiones del Gobierno han dañado la confianza de los inversionistas locales. También cree que el deterioro de la situación fiscal podría aumentar las expectativas de inflación.
Finalmente, un mercado laboral sólido, el crecimiento de los salarios reales (producto de la inflación) y la confianza del consumidor respaldan los gastos de consumo en Brasil, México, Chile y Colombia.
Las tasas de desempleo en Colombia están por debajo del promedio histórico y son significativamente inferiores a las de México y Brasil, aunque un poco más altas que el promedio histórico en Chile. También contribuyen a los ingresos de los hogares las remesas de los trabajadores en el exterior y los programas de transferencia de efectivo, particularmente en Brasil, Colombia y México.
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