Jaime Jaramillo, codirector del Banco de la República de Colombia, dio a conocer nuevas perspectivas sobre lo que se espera sea el riesgo país y, de momento, hay señales de alerta que siguen llevando a que Colombia se enfrente a presiones complejas.
En el marco de un foro organizado por Camacol, Jaramillo sentenció que los credit swaps se han disparado en Colombia, lo que pone en duda cuál es la capacidad del cumplimiento crediticio del país.
El llamado de atención sobre el riesgo país en Colombia se suma al que han dado a conocer varios a analistas sobre el comportamiento de la economía colombiana.
Puntualmente, Jaramillo dijo que la percepción externa de riesgo la revisan los economistas con los credit default swaps, que no son otra cosa que operaciones financieras en la probabilidad de que un país no tenga capacidad de pago.
Entonces: “entre más alto el credit default swap es más alta la percepción desde fuera de que podamos llegar a un default de la deuda de Colombia”, complementó el codirector.
Riesgo país en Colombia y las otras señales de alerta
Haciendo la revisión del comportamiento de este canal de medición, complementó el codirector que a mediados de 2021 Colombia tenía una vara muy parecida a la de México; sin embargo, la situación cambió cuando el país perdió el grado de inversión.
Luego de este fenómeno, y puntualmente desde febrero del 2023, se ha visto una disparada del riesgo país.
Vale recordar que el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, ha manifestado que Colombia sigue enviando un mensaje de tranquilidad y de estabilidad fiscal.
Ha mencionado en reiteradas ocasiones que el mercado comprende cuál es el futuro de la política macroeconómica y de la seriedad de la misma.
De hecho, por cuenta de esto último fue que el Gobierno decidió regresar al mercado privado de bonos, a la espera de que la confianza siga creciendo hacia el país.
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De momento, las agencias calificadoras han manifestado que, para poder recuperar el grado de inversión, el país debe dar signos no solo de la estabilización de la deuda respecto el PIB, sino una reducción de la misma.
