Durante el VII Congreso Iberoamericano Ceapi, que se realiza en Cartagena (Colombia), Sergio Díaz Granados, presidente del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), dio claves para el crecimiento económico de Colombia y el resto de la región.
Díaz Granados se refirió, por un lado, a los retos que hay por el fuerte crecimiento de la deuda pública en toda la región. Pero, además, dio varias luces sobre las claves para impulsar y dinamizar la economía.
Cómo impulsar el crecimiento económico de Colombia
Sobre el escenario del crecimiento económico de Colombia, de acuerdo con Díaz Granados el país debe crecer encima del 4 % “para tener los vientos a favor, si no, el país no sentirá que estará creciendo”. Es de anotar que, en 2023, el PIB de Colombia creció en 2023 un modesto 0,6 %.
A su juicio, en el país se debe crecer en sectores como el de la construcción, el turismo y en alimentos, además de hacer apuestas al mediano plazo para la digitalización.
En esa línea, explicó que la CAF en Colombia respalda proyectos de carreteras, del sector agrícola e iniciativas tanto del Gobierno Nacional como de gobiernos locales. Estos últimos incluyen, por ejemplo, el Tren de Cercanías en Cali y la Línea 2 del Metro y la PTAR de Canoas en Bogotá. “Hay que dinamizar la puntería del gasto para volver a encontrar los motores de crecimiento económico” de Colombia, aseveró.
Retos y aprendizajes sobre la deuda pública
De acuerdo con Sergio Díaz Granados, en la región ha habido un desajuste por cuenta de tres crisis recientes: la de 2008 (financiera), 2015 (de materias primas) y 2020 (por la pandemia de Covid-19).
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“Esas tres crisis han apilado la deuda pública, generando un recalentamiento en las finanzas. Debemos crear vínculos e instrumentos que movilicen al sector privado”, afirmó. Y agregó que los recursos deben movilizarse en sectores como el de la infraestructura, energía y agua. En ese sentido, aseguró que desde México hasta Argentina se requeriría alrededor de US$1 trillón en inversiones de infraestructura.
La deuda pública, en ese sentido, se ha convertido en un desafío para la región. “El servicio de la deuda pesa cerca del 8 % al 9 % de ingresos totales corrientes de los países y es muy inflexible. Los países no quieren dejar de pagar”, resaltó.
En ese sentido, resaltó que hay aprendizajes en las últimas décadas para la atención de los países de su deuda, como es el caso de la independencia de los bancos centrales. Puso como ejemplo de lecciones aprendidas el caso de Jamaica que pasó de tener una deuda del 130 % sobre el PIB a 60 % sobre el PIB en 2024.
“Estamos en una situación heterogénea en América Latina, con país con más urgencias que otros, pero se requiere un manejo mucho más prudencial de la deuda. Porque preocupa no tanto el nivel de la deuda, sino que haya una tendencia de un crecimiento desbocado”, afirmó.
Y agregó: “Hay que volver al crecimiento. Buscamos dinamizar los planes de obra en las ciudades, podemos dinamizar a la economía con un buen plan con los alcaldes y dinamizando la obra pública -sea en vivienda o carreteras-”.
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