En un nuevo comentario sobre los resultados financieros de Empresas Públicas de Medellín (EPM), correspondientes al segundo trimestre de 2020 Credicorp Capital hizo un análisis de los números de la empresa (sobre los cuales no hubo “acontecimientos notables”), pero también se centró en los recientes cambios corporativos de la compañía.
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Según Credicorp Capital, la renuncia en pleno de la Junta Directiva de EPM representa un “deterioro” del gobierno corporativo que no descarta nuevos conflictos en el futuro.
De acuerdo con el análisis, la demanda que instauró el municipio de Medellín por la no entrada en marcha de Hidroituango, proceso que se tasó en $9,9 billones, podría ponerle más presión al funcionamiento del proyecto de infraestructura energética.
“Sin embargo, aunque las noticias recientes aumentan el riesgo de una rebaja, no esperamos una acción de calificación en el a corto plazo, siempre que Ituango se mantenga dentro de lo programado”, dice Credicorp.
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Se lee en el comentario que es muy importante hacer un manejo cuidadoso de la crisis corporativa toda vez que si bien el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, es la cabeza de la Junta Directiva y tiene la potestad de nombrar a los nuevos miembros, no se pueden descuidar las inclinaciones políticas.
“Esto ha llevado a algunos riesgos sobre cómo las fuerzas políticas pueden afectar la estrategia de EPM y las decisiones de inversión”. Al mismo tiempo Credicorp Capital recuerda que es vital garantizar el acuerdo de gobernabilidad entre la Alcaldía y la empresa.
Tratado que, entre otras, deja en claro que “el municipio se compromete a respetar la autonomía de EPM como empresa industrial y comercial del Estado y a actuar exclusivamente a través de la Junta Directiva”, recuerda Credicorp.
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