A pesar de que históricamente la Inversión Extranjera Directa (IED) que recibe Colombia ha sido superior a las remesas que envían los trabajadores en el exterior a sus familias, en 2024 esta tendencia se revirtió por segunda vez en casi 20 años.
Con un acumulado récord de US$11.848 millones el año pasado, las transferencias de los emigrantes a su país de origen superaron por $1.041 millones la inversión de capitales extranjeros que llegó a Colombia en el mismo periodo.
Y es que las remesas crecieron un 17,4 % el año pasado en comparación con lo observado al final de 2023 (US$10.091,01 millones), según las cifras del Banco de la República. En contraste, la IED terminó 2024 (US$10.807 millones) con una caída del 17,6 % frente al acumulado un año atrás.
Esta dinámica se vio la mayor parte de 2024. Mientras las remesas registraron valores superiores a US$1.000 millones por seis meses consecutivos, la IED terminó el año con ocho meses de variaciones negativas.
El equipo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá destacó que, si bien la entrada de dólares sigue concentrada en hidrocarburos, los flujos de divisas por remesas, turismo, servicios corporativos y bienes no tradicionales han aportado a la menor vulnerabilidad.
Sin embargo, el sector de petróleo y minería, que históricamente ha liderado la IED en Colombia, recibió un 26,5 % menos recursos el año pasado, con US$7.624 millones, pues a final de 2023 la cifra superaba los US$10.370 millones.
La primera vez que la IED se ubicó por debajo de las transferencias en la historia reciente del país fue en 2021 (US$7.180 millones), cuando la economía mundial intentaba recuperarse de la pandemia por el Covid-19. De hecho, venía de la cifra más baja en más de 10 años, los US$6.831 millones de 2020.
Para 2024, si bien pesa el hecho de que la IED haya caído tras tres años de crecimientos y regresado a los niveles prepandemia, el repunte de las remesas es el factor que explica el cambio de tendencia, principalmente.
Las remesas, por su parte, muestran una curva de crecimiento constante desde 2014, de hecho, aumentaron a una tasa promedio anual cercana al 10 % entre 2020 y 2023 y ese año superaron por primera vez los US$10.000 millones y representaron el 2,8 % del Producto Interno Bruto (PIB), una década atrás apenas llegaban al 1,1 %.
El Banco de la República destacó que estas tasas de crecimiento de estas transferencias son superiores a las de la economía nacional y que, por lo mismo, ha aumentado su participación en el ingreso disponible de los hogares, al pasar del 3 % en 2020 al 3,6 % en 2023.
Además, las remesas fueron claves para el movimiento de las transferencias netas, las cuales se registraron un crecimiento anual del 37,7 % en diciembre de 2024 frente al mismo mes en 2023 (US$975 millones), al llegar a US$1.343 millones, la cifra mensual más alta del año.
Las estadísticas históricas dejan ver que estas transferencias se han mantenido por encima de los US$1.000 millones mensuales desde mayo de 2023.
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