La política monetaria de incremento de tasas que ha venido realizado en el Banco de la República en Colombia, con el objetivo de desacelerar la inflación, ha creado opiniones divididas.
Carolina Soto, asociada Senior de Dattis Comunicaciones y excodirectora del Banco de la República, habló con Valora Analitik sobre este tema y expresó que, desde su perspectiva, no considería un cambio en la tendencia del banco central, por lo menos este año.
¿Cómo ve el tema de la tasa de interés? ¿Considera que podría cambiar la postura del Banco de la República?
Vemos que la inflación sigue siendo persistente, el dato que conocimos para el mes de agosto aun no genera tranquilidad, si bien viene descendiendo, el ritmo es muy lento frente a lo que se necesitaría para comenzar un cambio de postura de política monetaria. Yo creería que el Banco va a continuar monitoreando nuevos datos, pero por ahora no veo las condiciones para un cambio de postura, las condiciones para una reducción.
Tanto la inflación total, como la básica, están muy elevadas en buena parte por los incrementos en los precios de los combustibles que tenían que hacerse para la sostenibilidad de las finanzas públicas.
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Pero no han sido los únicos. Prácticamente todos los sectores y todos tipos de bienes y servicios continúan al alza, entonces la inflación sigue siendo un factor de preocupación y no se vislumbra una reducción en los próximos meses.
¿Entonces, a su juicio, no habría reducción de tasas? ¿Cómo terminaría el año en este sentido?
Las expectativas de los analistas y del mercado es que hacia finales del año, noviembre o diciembre, pueda darse una reducción de tasas. Yo no sería tan optimista, a menos de que nos sorprendan unos datos a la baja de la inflación, podría incluso extenderse hasta el próximo año una reducción de la tasa de interés.
¿Qué observaciones hacer frente a la disyuntiva entre buscar reducir la inflación, pero al mismo tiempo tener la presión del empresariado y sociedad sobre la necesidad de que aumente el consumo y reactivar la economía?
El Banco, justamente cumpliendo con ese mandato de controlar la inflación, adoptó esa postura de incremento de tasas de interés y, en efecto, lo que hemos visto es una desaceleración importante del consumo.
Ese objetivo por el lado de desacelerar la demanda ya se ha cumplido, pero vienen nuevas necesidades por parte de los consumidores, pero sobre todo por parte de los inversionistas que necesitan financiar sus proyectos y acceso al crédito, y este no es el momento para dar inicio a eso. Entonces se nos suma a la desaceleración del consumo, la fuerte desaceleración de la inversión.
Pero yo diría que en este segundo aspecto más que la tasa de interés hay otros factores que juegan en contra de las decisiones de inversión.
Tenemos una incertidumbre muy fuerte en varios de los temas regulatorios y legales, y en el cambio de varias de las políticas públicas. Entonces esta incertidumbre también tiene la inversión detenida y hay un campo de acción por parte del Gobierno en políticas que puedan dinamizar la actividad productiva en este momento que atravesamos una desaceleración.
¿Por qué en Colombia no ha cedido tan fácil la inflación como en otros países de la región?
Se están haciendo estudios al respecto, pero lo que estamos viendo es que de una parte en Colombia empezaron un poco más tarde los brotes inflacionarios y comenzó más tarde el ajuste de las tasas de interés frente a otros bancos centrales, entonces tuvimos ese rezago frente al resto de países de América Latina.
Y tuvimos también unos factores propios que incidieron en la persistencia de la inflación como los movimientos sociales de 2021, el paro tan extendido que terminó afectando en ese momento todos los encadenamientos productivos, en particular, el sector agropecuario. Entonces fue un jalonador adicional a los precios frente a otros países de la región.
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