La crisis económica generada por el coronavirus (Covid-19) se verá también reflejada en un menor recaudo de impuestos proveniente de la venta combustibles en Colombia.
De acuerdo con cálculos de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), se estima una caída del 37 % en el recaudo de impuestos nacionales frente al 2019. Es decir, a las arcas del Estado entrarían $1,7 billones menos.
En el caso de los impuestos municipales, la Asociación calcula en $500 mil millones el menor recaudo por concepto de sobretasa a los combustibles. Es decir, una caída del 20 % frente a todo el 2019.
Detalla la ACP que para el 2020 se estima que la contribución total a favor del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc) podría llegar a $1,8 billones frente a un subsidio de -$2,4 billones registrado en 2019. Aunque advirtió que eso dependerá de decisiones regulatorias de parte del Gobierno.
Caída en consumo y recaudo
Abril de 2020 alcanzó una caída histórica en el consumo de gasolina en Colombia con una baja de 70 % a 55 millones de galones por mes y en el diésel de 50 % a 90 millones de galones por mes.
“Son caídas significativas y no hay parangón en cuanto a caída de combustibles en el país”, mencionó Francisco Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP).
Así mismo, los precios de referencia cayeron un 15 % en gasolina y un 11 % en diésel.
Lloreda mencionó que, entre los factores negativos, el recaudo por impuestos nacionales a la gasolina y el Acpm cayó un 50 %, es decir, unos $900.000 millones, así como el recaudo sobre la tasa en entes territoriales de un 20 %, cercano a $160.000 millones.
Por su parte, entre los factores negativos está el ahorro por el subsidio en el Fondo de Estabilización de Precios y contribución a este fondo estimado en $500.000 millones.
A pesar de esto, la ACP ya vio en mayo que la demanda de gasolina aumentó en 30 millones de galones, escalando a 85 millones de galones por mes.
No obstante, a pesar de la coyuntura se espera una reducción total en el año de un 20 % en la demanda respecto a 2019.
En tanto, bajo este panorama, las importaciones se retomarían en agosto.
“A medida que se cumpla recuperación en la demanda en el segundo semestre, necesitaríamos atender la demanda con importaciones hacia mediados de agosto. Las capacidades de las refinerías no abastecen toda la demanda nacional por lo que se ha requerido traer gasolinas importadas y reactivarlas, que hasta ahora no ha sido necesario por la baja en la demanda”, dijo Alexandra Hernández, vicepresidente de Asuntos Económicos y Regulatorios de la Asociación.
Así mismo, dijo, se reactivarían las importaciones de etanol a partir de julio, para mantener el porcentaje de mezcla en un 10 %, teniendo en cuenta la capacidad de producción histórica, por lo que se requeriría para completar este rubro.
Proyecciones 2020
De acuerdo con el balance de la ACP, para el final del presente año en Colombia se estima una caída del 15 % en el consumo de diésel frente a todo el 2019.
A pesar del desplome, los cálculos de la asociación indican que se prevé una “recuperación casi total de la demanda de gasolina y diésel”, pero no así para el combustible para la aviación (jet fuel).
En el caso del jet fuel, se estima que la demanda caería en 55 % frente a lo reportado en todo el 2019. Como consecuencia de ello, no ve la necesidad de hacer importaciones de esa clase de combustible debido a la baja demanda.
Como dato adicional y ante la posibilidad de que haya cambios en los patrones de transporte en las personas por culpa del coronavirus, Lloreda recordó que hay estimaciones, según las cuales, al año 2050 se espera que el 60 % de los vehículos siga siendo de combustible convencional (gasolina o diésel).
Tarifas de oleoductos
Lloreda dijo ante una consulta de Valora Analitik que, aunque la reducción de tarifas de transporte de crudo por los oleoductos del país fue positiva, no soluciona el problema de fondo: que las tarifas no son competitivas frente a otros mercados.
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Detalló que, de 13 empresas del segmento de oleoductos, seis acogieron algunos de los alivios en las tarifas. Pero dijo que algunas lo hicieron porque no podían sacar el crudo por vía terrestre.
Lloreda dijo que seguirá insistiendo ante el Gobierno de Colombia para rebajar las tarifas de transporte por oleoductos y modificar la fórmula para calcularlas. Esa modificación debe entrar en vigor lo antes posible, señaló.
Criticó que la actual fórmula les permite a las empresas dueñas de los oleoductos tener una valoración alta de sus tubos, la cual no se deprecia. Ello, dijo, afecta los cobros a las empresas que necesitan transportar su producción de crudo.
“La fórmula pareciese” permitir que se valoren los activos de las transportadoras en una manera que termina afectando a los interesados en transportar su producción de crudo.
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