Por cuenta de una inflación que en el país sigue pegando con fuerza, a pesar de su reducción, el consumo en Colombia no ha podido escapar a la situación y sigue mostrando importantes signos de caídas, al tiempo que se prevé que algunos precios puedan mejorar.
Un reciente estudio del equipo de investigaciones económicas del Grupo Bancolombia, deja ver que el consumo en Colombia sigue cayendo a ritmos de dos dígitos.
Lo anterior es coincidente con la intención del Banco de la República, a través del aumento de las tasas de interés, de quitarle peso a la inflación que se desprende desde el lado del consumo. De momento, la inflación anual en Colombia, a abril, bajó al 12,82 %.
Explica entonces el reporte de Bancolombia que, durante abril, el consumo en Colombia registró una disminución del 11 % en términos reales, al descontarse los efectos de la inflación, en comparación con el mismo período del año anterior.
Inflación y consumo en Colombia, de la mano
“Es importante mencionar que la Semana Santa tuvo un impacto en la actividad económica y el consumo durante los días festivos, lo que contribuyó a esta disminución”, puntualiza el informe.
Al entrar al detalle se ve que el consumo durante la Semana Santa de 2023 se contrajo en un 6 % cuando se compara con el mismo lapso del año pasado.
“En cuanto a los resultados acumulados en lo que va del año, se ha registrado una disminución anual real del 9 %. Este fenómeno se puede explicar por varios factores, entre ellos, los altos niveles de precios actuales que afectan la demanda de bienes y servicios”, se lee en el documento.
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Con base en datos, el consumo en las compras de los “tarjetahabientes Bancolombia” refleja un balance “del consumo en línea con los indicadores líderes recientes, los cuales evidencian una desaceleración de la economía colombiana y una disminución en la capacidad de compra de los hogares debido al aumento de los precios”.
El punto llamativo también fija el hecho de que, durante abril, las personas con ingresos más bajos presentaron una moderación menor en sus niveles de consumo, mientras que los ingresos más altos mostraron mayores contracciones.
“Esto posiblemente esté asociado a la incapacidad de los de menores ingresos de cambiar hábitos de consumo frente a aumentos de precios. Por otra parte, a pesar de que en abril se observa un aumento mensual en el número de establecimientos activos”, agrega el reporte.
Más datos del consumo de los colombianos
Finalmente, el reporte evidencia que, durante abril, todas las ciudades del grupo que se tuvieron en cuenta dentro de la medición, mostraron una disminución en los niveles de consumo.
“Cartagena y Armenia fueron las que tuvieron peor desempeño, resultados que se pueden atribuir, en parte, a la crisis del sector aeronáutico, que tuvo una mayor incidencia en las ciudades cuya economía tiene una alta dependencia del turismo y además coincidió con la Semana Santa”, añade el reporte.
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Mientras tanto, se resalta el hecho de que, si bien los ingresos nominales de los trabajadores han aumentado, el costo de vida también lo hace a mayores ritmos en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali.
“En resumen, el aumento de los precios de los bienes y servicios ha contrarrestado los ajustes salariales, generando un impacto negativo en la economía y en el bienestar de las personas”, concluye el reporte.
