Elegir el mejor plazo a la hora de solicitar un crédito en una entidad financiera es un detalle clave tanto para evitar sobrecostos en intereses como para controlar la cantidad de dinero que se dedicará a pagar cada cuota.
Aunque para muchos es desconocido, el plazo que se elige al recibir un préstamo este influye directamente en el valor que se pagará cada mes, pero también en la cantidad de intereses que se deberá asumir al finalizar el proceso crediticio.
“Esta es una decisión muy relevante que impacta la calidad de vida de los usuarios del sector financiero. Cada persona debe contemplar su capacidad de endeudamiento, cuánto puede pagar cada mes y, por supuesto, cómo impactará sus proyectos futuros el hecho de extender un crédito más de lo necesario”, explicó Lilian Perea, CEO de Bayport Colombia, financiera que entrega segundas oportunidades a reportados en centrales de riesgo.
Estas son algunas recomendaciones para determinar correctamente los plazos crediticios:
Menos plazo, menos intereses
La decisión más consciente a la hora de requerir un préstamo es hacerlo en el menor plazo posible.
Esto está explicado en el hecho de que un menor lapso influye en que los intereses que se paguen por el dinero recibido en crédito sean menores y, por tanto, aunque la cuota sea más elevada cada mes, se termine pagando una cantidad inferior a un plazo elevado.
“Tenemos claro que el sobreendeudamiento puede amenazar la tranquilidad y el bienestar de las personas. Por eso, es vital hacer una planeación de los gastos no solamente actuales sino futuros y considerar su impacto en la economía familiar para evitar situaciones complicadas”, añadió Perea.
Por esto es importante que cada entidad financiera haga que “cada potencial cliente entienda plenamente los términos y condiciones del crédito antes de asumirlo”, añadió la directiva.
Mayor plazo, más dinero para devolver
La otra cara de la moneda son los préstamos a largo plazo, que en Colombia normalmente corresponden a 60 meses y que son los más elegidos por las personas, según cifras de la Superfinanciera.
Sin embargo, si bien esta es una opción válida para aquellas personas que no desean o pueden hacer grandes pagos cada mes y así solventar otras obligaciones, es también una posibilidad que genera más gastos, según los expertos.
Esto sucede porque al ampliar el plazo, y con el fin de mantener un mismo valor de pago mensual, la amortización del crédito contempla una mayor cantidad de intereses que se ven reflejados en una cantidad también superior de dinero que se debe regresar al finalizar el préstamo.
Esto tiene, además, impacto de largo aliento en los proyectos de cada cliente, según Bayport, pues, en general, las solicitudes de crédito tienen un interés de mejorar las condiciones de cada persona y un plazo elevado puede frenar nuevos proyectos.
“Nuestros clientes usan el crédito principalmente para mejorar su calidad de vida: salud y educación (38%), mejorar su vivienda (31%) y para progresar: emprendimientos (11,2%). En estos casos la elección del tiempo de pago es vital para la salud financiera de sus familias”, añadió Perea
En última instancia, la financiera recomendó a los usuarios identificar qué modalidad le conviene más a la hora de solicitar un préstamo bancario y, además, poner en una balanza sus proyectos futuros con la obligación que está por adquirir.