¿Qué podría pasar si se cae la reforma tributaria en Colombia?  

Cambio Radical, partido independiente ya manifestó oficialmente que no apoyará la reforma tributaria presentada por el Gobierno de Iván Duque.  

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Sigue sin haber ambiente político para que la reforma tributaria presentada por el Ministerio de Hacienda de Colombia encuentre luz verde en el Congreso.  

Cambio Radical, partido independiente en Senado y Cámara de Representantes, ya manifestó oficialmente que no apoyará la reforma tributaria presentada por el Gobierno de Iván Duque.  

De acuerdo con la bancada, lo cambios propuestos en IVA y renta para personas naturales no son convenientes y, ante la crisis económica, no se puede afectar a la clase media en Colombia.  

La postura de Cambio Radical se suma a la del partido Liberal, otro de los declarados como independientes. Esta bancada todavía está en cierre de filas para que ninguno de sus congresistas apoye la reforma tributaria.  

Con esto en mente, queda ver cuál es la postura del partido de La U (también independiente) para tener una fotografía más clara de las cuentas que deberá hacer el Gobierno para aprobar el plan.  

Pero, de momento, cerca de 55 de los 108 votos en Senado no apoyarían la propuesta de reforma, mientras en Cámara de Representantes el número sería de 87 de los 172 congresistas. Hay que tener presente que los números pueden moverse a la espera de que se concrete la postura del partido Liberal y de lo que vaya a hacer La U.  

Aunque hay que tener en cuenta que la Constitución de Colombia dice que para la aprobación de un proyecto de ley se necesitará la aprobación de la mitad, más uno, del quórum al momento de la aprobación del proyecto de ley.  

A la postura de estos partidos habría que sumarse la falta de apoyo total desde las bancadas de Gobierno: Centro Democrático y Conservador.  

La más reciente declaración fue la del exsenador por el Centro Democrático, Álvaro Uribe, quien volvió a insistir en llegar con una propuesta consensuada y de paso pidió cambios a la iniciativa.   

“Es urgente un acuerdo de modificación de textos que se exprese en la ponencia. Por favor la mayor atención de la pobreza y la necesidad de ahorro burocrático no dan tiempo”, expresó a través de su cuenta en Twitter.  

¿Qué podría seguir? 

Bajo este contexto, queda en el ambiente la posibilidad de que la reforma tributaria se caiga o de que el Ministerio de Hacienda se vea obligado a hacer cambios a la propuesta presentada.  

Lo que es una verdad a luces es que la reforma tributaria se tiene que hacer este año. Agencias calificadoras como Fitch y Moody’s así lo han recomendado. 

Si bien las agencias calificadoras no han puesto un plazo para que sea a mitad o final de año, Colombia sí debe tener un plan aprobado que mande un mensaje a los agentes internacionales.  

Tanto Fitch como Moody’s han dicho que el gran reto del Gobierno iba a ser precisamente este: el de saber superar las complejidades políticas en Congreso a un año de elecciones presidenciales.  

Del lado de los analistas, también se ha dicho que la reforma tributaria urge y debe ser una realidad desde el próximo año, postura a la que se ha sumado el gerente del Banco de la República.  

Ante el Senado, Leonardo Villar dijo que la iniciativa de ajuste fiscal propuesto por el Gobierno es acorde a las necesidades del país y debe ser aprobada por la urgencia que implica el manejo de la deuda.  

“Hay un llamado urgente para ajustar las reglas tributarias para que empezando 2022 podamos reducir de manera sustancial el déficit y las necesidades de financiamiento. Si perdemos el grado de inversión nos va a costar mucho más la deuda, va a ser más difícil mantener la sostenibilidad de la deuda”, dijo Villar ante la plenaria del Senado.  

Y es que lo mencionado por el gerente del emisor es sustancial si se tiene en cuenta que, al menos en el caso de Fitch, ya se han dado unas primeras impresiones sobre esta reforma tributaria: el análisis final se entregará cuando el proyecto sea aprobado.  

“La imposibilidad de lograr una consolidación fiscal consistente con la estabilización y una posterior reducción de la carga de la deuda pública es una sensibilidad negativa de la calificación soberana para Colombia”, dijo en su más reciente análisis Fitch.  

Datos entregados por el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, dan cuenta de que Colombia se afronta a un déficit cercano a los $100 billones.  

La propuesta de reforma tributaria propone recaudar al año poco más de $23 billones, aunque Fitch y varios analistas han pedido que gran parte de ese recaudo se convierta en ingreso permanente para el país.  

Ante los anuncios hechos por el partido Liberal y el Centro Democrático, y la petición de los partidos de oposición de retirar la reforma tributaria, el Gobierno se mantiene en que seguirá con la discusión del articulado.  

El plan A, B y C del Ministerio de Hacienda es esta reforma tributaria, aunque desde gremios como la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), y de tanques de pensamiento como Fedesarrollo, se han propuesto variables de recaudo para no afectar a los hogares de la clase media.  

Lo que es cierto es que Colombia deberá contar con un plan que convenza porque la idea de centrar las esperanzas en el sistema financiero internacional podría encarecerse en términos de costos y se tendría que poner deuda más cara en caso de que Colombia perdiera su grado de inversión.  

De momento, el sistema financiero internacional “le cree a Colombia y sabe que el país honrará sus deudas, pero hay que mandar un mensaje de compromiso”, concluyó Villar ante el Senado de la República. 

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