En días recientes se conoció un acuerdo de gran relevancia para el sector de las telecomunicaciones en Colombia: la compañía Movistar avanzó en la venta de una parte de su operación a Millicom Colombia, empresa que opera bajo la marca Tigo y ofrece servicios de telefonía móvil, internet y televisión.
Fabian Hernández, presidente ejecutivo de Movistar en Colombia, informó que la transacción supera los US$400 millones y constituye una de las operaciones empresariales más significativas en el país en los últimos años.
Según el directivo, esta decisión obedece a una estrategia orientada a mejorar la eficiencia operativa y la calidad del servicio, con miras a realizar inversiones que permitan fortalecer la cobertura y ofrecer una mejor experiencia a los usuarios.
Durante una entrevista concedida a La FM, en días pasados, Hernández explicó que el acuerdo busca optimizar los recursos disponibles y ampliar la capacidad de inversión, lo que se traducirá en una mejora sustancial del servicio. En ese sentido, recalcó que esta integración permitirá ofrecer mayores beneficios a los clientes, sin que ello implique modificaciones inmediatas en la prestación del servicio.
¿Usuarios de Movistar tendrán novedad en el servicio?
La noticia ha generado interrogantes entre los usuarios, particularmente en torno a posibles cambios en los servicios contratados y la necesidad de migrar hacia otras plataformas. No obstante, el CEO de Movistar fue enfático al afirmar que no habrá alteraciones para los actuales clientes. «Es fundamental que los usuarios tengan claro que no se presentarán cambios en la continuidad del servicio. Lo que se desarrollará es un proceso de integración que permitirá fortalecer la operación», indicó.
Hernández agregó que la operación no implica una retirada de Telefónica del país. Por el contrario, la compañía continuará presente en Colombia a través de Telefónica Tech, unidad especializada en soluciones tecnológicas avanzadas.
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Respecto a la integración de servicios, el directivo aclaró que los usuarios de Movistar serán incorporados a la base de datos de Tigo, lo que facilitará una gestión más eficiente y mejorará la calidad del servicio. Esta integración tiene como uno de sus objetivos principales el fortalecimiento de la red y la ampliación de la cobertura, factores clave para garantizar una atención más robusta y confiable.
No obstante, el proceso aún debe ser evaluado por las autoridades regulatorias competentes. Hernández señaló que esta fase puede ser prolongada, ya que implica una revisión detallada por parte de los entes de control y podría tardar varios meses. La aprobación final quedará en manos del nuevo Gobierno, lo que añade un componente político al desarrollo del proceso.
Aunque los efectos prácticos no serán inmediatos, la operación apunta a una consolidación del sector, con una apuesta clara por la inversión tecnológica y la mejora del servicio al usuario. Por el momento, las condiciones actuales se mantendrán sin alteraciones, y se espera que el proceso avance con transparencia y bajo la supervisión de los entes reguladores correspondientes.
