Para Colombia, 2022 va a ser un año económicamente retador, esto último a cuenta de que será el lapso en el que Colombia siga fortaleciendo las bases de la reactivación en medio de un ambiente de presiones políticas por las elecciones en Congreso y el cambio de mando en la Casa de Nariño. Vea más noticias de macroeconomía.
De momento y a falta de que se conozcan los datos definitivos del comportamiento económico del país, Colombia va a llegar al 2022 como una de las economías más cercanas a la normalidad (creciendo cerca del 10 % y repuntando cerca del 4,3 %, como perspectiva inicial para 2022), con crecimientos que superarán incluso los datos de antes de la pandemia.
En ese sentido, 2022 parece ser, de momento, prometedor. El Gobierno hace votos para que el consumo y la inversión extranjera en Colombia sean bases apalancadoras en el mantenimiento del crecimiento económico.
De hecho, la carta de presentación en ese sentido es que, a falta de picos más fuertes de Covid-19, el país mantiene niveles controlados de contagio y de muertes, al tiempo que se avanza con las vacunaciones.
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Con esto de base, la llegada de más firmas externas a Colombia, en palabras del propio Gobierno, es una esperanza para que el país pueda seguir despegándose de las industrias tradicionales, como el petróleo, y se acerque más a segmentos como la innovación, ciencia y tecnología.
Escenarios de incertidumbre
Pero ese objetivo solamente podrá ser una realidad si Colombia sale bien librada de dos principales escenarios de incertidumbre: de un lado, las elecciones presidenciales de 2022, del otro lado, el avance de la pandemia.
Para el primer caso, existe la posibilidad de que Colombia cambie de tendencia política a cierre del primer semestre del próximo año, por lo que habrá que esperar la agenda económica del nuevo Gobierno para esclarecer el panorama nacional.
Para el avance de la pandemia, las expectativas estarán en entender qué tan delicada puede llegar a ser una nueva ola de contagios de Covid-19. Europa parece mostrar una primera fotografía, con casos positivos en máximos históricos, al tiempo que las cuarentenas y los cierres de la economía siguen siendo la medida preferida para evitar presiones al sistema de salud.
Retos a superar
Con esto de base, a Colombia le quedarán en el tintero dos principales focos de atención: hacer votos y trabajar por reducir los datos de inflación y mejorar los niveles de empleabilidad.
Para el primer caso, las presiones externas que llevan a los alimentos a registrar alzas no vistas desde 2016 son el primer eje de análisis. El Banco de la República se mantiene en que el próximo año la inflación en Colombia retornará al rango meta del emisor, incluso muy cercano al 3 %.
Al tiempo que hay otros análisis que hablan de la posibilidad de tener dos años con una inflación arriba del 4 %, llegando incluso a tocar un pico cercano al 6 % de cara a cierre del primer trimestre del 2021.
Finalmente, y sobre la tasa de desempleo, el presidente de Colombia, Iván Duque, aseguró en entrevista con Valora Analitik que la idea es que en noviembre y diciembre la tasa de desempleo esté muy cerca del 10 %.