Un ETF (Exchange Traded Fund o fondo cotizado en bolsa) es un tipo de fondo de inversión que combina la diversificación de un fondo tradicional con la facilidad de compra y venta de una acción.
De acuerdo con BlackRock, Los ETFs tratan de replicar un índice. Pero, ¿qué es un índice?
Un índice es un conjunto de valores que pretende representar un mercado o un segmento de mercado concreto. “Es un concepto teórico y un barómetro de la evolución, a lo largo del tiempo, de las posiciones contenidas en el índice. Un índice puede ser tan amplio como todo el mercado de valores de Estados Unidos o tan limitado como un solo país o sector”, explica Blackrock.
De igual manera, los índices son creados por proveedores de índices como MSCI, S&P o Dow Jones Company.
¿Cómo funcionan los ETFs?
Los ETFs funcionan de la siguiente manera:
- Creación del ETF: Una empresa gestora crea el ETF y define su índice de referencia, que puede ser un índice bursátil (como el S&P 500), un sector específico (como el sector tecnológico) o incluso una estrategia de inversión particular.
- Compra de activos: La gestora del ETF compra los activos que componen el índice de referencia en las proporciones adecuadas. Por ejemplo, si el S&P 500 está compuesto por un 5% de acciones de Apple, el ETF también tendrá un 5% de acciones de Apple en su cartera.
- Cotización en bolsa: El ETF comienza a cotizar en una bolsa de valores. Con ellos, los inversores pueden obtener exposición a acciones, materias primas y bonos, por ejemplo. El precio del ETF fluctúa a lo largo del día en función de la oferta y la demanda, y suele estar muy correlacionado con el rendimiento de su índice de referencia.
- Reequilibrio: Periódicamente, la gestora del ETF reequilibra la cartera para asegurarse de que siga fielmente su índice de referencia. Esto implica comprar o vender activos según sea necesario para mantener las proporciones correctas.
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Ventajas de los ETFs
Los ETFs ofrecen varias ventajas a los inversores:
- Diversificación: Permiten invertir en una amplia gama de activos con una sola compra, lo que reduce el riesgo individual.
- Transparencia: La composición y el desempeño de los ETFs son fácilmente accesibles para los inversores.
- Eficiencia de costos: Los ETFs suelen tener comisiones de gestión más bajas que los fondos de inversión tradicionales.
- Flexibilidad: Se pueden comprar y vender en cualquier momento durante el día de negociación.
- Accesibilidad: Hay ETFs disponibles para casi cualquier clase de activos, lo que permite a los inversores crear carteras personalizadas.
Desventajas de los ETFs
Los ETFs también tienen algunas desventajas:
- Riesgo de seguimiento: El rendimiento de un ETF no siempre es exactamente igual al de su índice de referencia, debido a los costes de gestión y otros factores.
- Riesgo de mercado: Al igual que las acciones, los ETFs están sujetos a las fluctuaciones del mercado.
- Riesgo de liquidez: Algunos ETFs pueden tener un volumen de negociación bajo, lo que dificulta su compra o venta rápida.
Es importante recordar que los ETFs son inversiones a largo plazo y que su rendimiento pasado no garantiza resultados futuros. Antes de invertir en cualquier ETF, debe leer detenidamente el prospecto y comprender los riesgos asociados.
En resumen, los ETFs son una forma flexible y eficiente de invertir en una amplia gama de activos. Ofrecen varias ventajas a los inversores, como la diversificación, la transparencia y la eficiencia de costos. Sin embargo, es importante ser consciente de los riesgos asociados a los ETFs antes de invertir.