Los economistas explican el concepto de estanflación como la unión de dos términos: estancamiento e inflación. Pero ¿algo así podría pasar en Colombia?
La estanflación es un concepto acuñado de dos palabras o situaciones económicas. Por un lado, se presenta una situación de estancamiento de la economía, medida por su indicador más relevante: el Producto Interno Bruto o PIB. Del otro, está el fenómeno de una alta inflación.
Ese escenario es el que hoy está afectado a la economía de Estados Unidos, de acuerdo con un reporte de Davivienda Corredores sobre el entorno internacional. La actividad económica en EE.UU. se contrajo 0,6% en el segundo trimestre de 2022, según la segunda lectura del indicador, sumando dos trimestres consecutivos de decrecimiento.
“El descenso de 16,2% en la inversión residencial durante el trimestre fue el principal factor que incidió en este resultado, pues el sector de vivienda ha presentado una importante desaceleración como resultado del crecimiento de 17,67% anual (cifras a junio) en los precios de las viviendas y el encarecimiento en un 86,26% anual de tasas de interés hipotecarias (cifras a junio)”.
A lo anterior se suma que el consumo privado, que representa más del cincuenta por ciento de la demanda, ha moderado su ritmo de crecimiento, expandiéndose 0,99% anual en el segundo trimestre de 2022 en comparación al 1,24% del primer trimestre de 2022.
Lo anterior se suma al incremento de la inflación causado en parte por tensiones geopolíticas como resultado del conflicto entre Rusia y Ucrania, como señala un reporte de Investigaciones Económicas de Bancolombia.
Sobre la actual situación global, el equipo de Investigaciones Económicas de Bancolombia también resaltó que la extensión del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha mantenido elevados los precios de las materias primas energéticas y ha generado escasez de alimentos e insumos agrícolas e industriales.
“A su vez, llamó la atención sobre el índice de precios al consumidor en EE. UU., el cual repuntó hasta un 9,1% anual para junio, superando las expectativas de 8,8% del mercado. No obstante, esta cifra podría no estar capturando la reciente caída en los precios de las materias pimas energéticas, de acuerdo con el análisis de Bancolombia”, dice el análisis.
En medio de este contexto, si bien es posible que la Reserva Federal reduzca el ritmo de incrementos en la tasa de interés, la visión general de los analistas y del mercado financiero es que aún no se ha alcanzado el tope del ciclo de incrementos. Es decir, esta situación inflacionaria global y la consecuente respuesta de los bancos centrales seguirá reduciendo la liquidez disponible en los mercados financieros.
¿Puede Colombia sentir el impacto de Estados Unidos?
Colombia no es ajeno al panorama internacional y recibe directamente las consecuencias de Estados Unidos en su economía. Por un lado, la inflación del país está desbordada en niveles máximos históricos de los últimos 23 años. Del otro, la devaluación del peso se mantiene al mismo ritmo durante todo lo observado en 2022.
Destacado: Estanflación, un riesgo a considerar
En un artículo reciente de Valora Analitik sobre el impacto de la estanflación se concluye que la receta estanflacionaria en Colombia necesita de varios ingredientes. Colombia se ve presionada por un lado con una inflación alta, debida a los traumatismos en el transporte internacional de mercancías y el eventual desbalance entre oferta y demanda.
Esto se ha traducido en que, por poner un ejemplo, Colombia alcance su variación más alta en inflación de alimentos en registros del Banco de la República, llegando a estar cerca del 20 %.
En ese sentido, Colombia ya tiene el primer ingrediente de la estanflación: una inflación muy por encima del rango meta del Banco de la República (de momento va en el 10,84 %, a agosto de 2022).
Con esto de base, el segundo ingrediente importante de la receta es la tasa de desempleo: Colombia también la tiene, arriba del 12 %, y con la expectativa de que en 2022 termine sobre el 11 %, que si bien da cuenta de una reducción, sigue siendo de las más altas de América Latina.
Sin embargo, para que haya estanflación debe correrse el riesgo de una recesión económica en Colombia, algo que por el momento no parece probable. “La polítca monetaria y fiscal trabaja para que se puedan tener menores datos de inflación. Pero el punto está en que el resto de condiciones macro llevan a que el país pueda tener robustez económica”, aseguró Raúl Ávila, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional.
Mientras tanto, se espera la decisión del Banco de la República de tasas de interés en su próxima reunión del 29 de septiembre, la cual está hoy en 9 %. En Davivienda, para la reunión de septiembre se espera un incremento de 150 pbs sobre la tasa de interés, 50 pbs por encima del consenso de los analistas.
Esto obedece al comportamiento que ha mostrado la actividad económica del país, soportada en un crecimiento fuerte de la cartera de créditos -especialmente en la modalidad de consumo-, a la sorpresa alcista de la inflación en agosto junto con el constante incremento en las expectativas, y a la continuación del ciclo de aumentos en las tasas de política de Estados Unidos y otras economías avanzadas, presionando el acceso a financiación externa.