El S&P 500 es uno de los índices bursátiles más seguidos y reconocidos a nivel mundial. Su nombre completo es Standard & Poor’s 500 Index, y fue creado por la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s en 1957.
El índice sigue la evolución de los precios de las acciones de 500 de las compañías más grandes y representativas de los Estados Unidos que cotizan en las bolsas de valores como el NYSE (New York Stock Exchange) y el NASDAQ.
De acuerdo con Jodie Gunzberg, CFA managing director Head of U.S. Equities de S&P Dow Jones Indices, “el S&P 500 es una representación del mercado de EE. UU., que abarca alrededor de 80 % y 85 % del mercado de capitales del país. Por otro lado, desde una perspectiva global, Estados Unidos representa más de la mitad del mercado de valores a nivel mundial, según la medición del S&P Global BMI”.
Composición y criterios de selección
El S&P 500 está compuesto por una selección de 500 empresas de gran capitalización (generalmente aquellas con una capitalización de mercado superior a los US$12,7 mil millones en 2023) y abarca múltiples sectores, incluyendo tecnología, salud, finanzas, energía, y consumo. Estas empresas no se seleccionan al azar; deben cumplir con estrictos criterios de elegibilidad, que incluyen:
- Capitalización bursátil: Las empresas deben tener una gran capitalización.
- Liquidez: Las acciones deben tener un volumen significativo de transacciones diarias.
- Domicilio en EE.UU.: La mayoría de las compañías deben tener sede en los Estados Unidos.
- Rentabilidad: Las empresas deben haber demostrado rentabilidad reciente.
El índice es ponderado por capitalización de mercado, lo que significa que las empresas más grandes (como Apple, Microsoft y Amazon) tienen un impacto más significativo en los movimientos del índice.
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Importancia del S&P 500 en el mercado
El S&P 500 es considerado un barómetro clave del rendimiento de las acciones en los EE.UU. y, por extensión, de la economía estadounidense. Su importancia radica en varios factores:
- Amplia representatividad: A diferencia de otros índices más especializados o de menor envergadura, como el Dow Jones Industrial Average (que incluye solo 30 compañías), el S&P 500 ofrece una visión más completa del mercado estadounidense. Abarca empresas de todos los sectores, lo que lo convierte en una herramienta para medir el rendimiento general del mercado de acciones.
- Indicador de confianza económica: Dado que las compañías en el S&P 500 son líderes en sus respectivas industrias, su rendimiento suele reflejar la salud de la economía estadounidense. Cuando el índice sube, suele interpretarse como una señal de confianza en el crecimiento económico. Por el contrario, una caída en el S&P 500 puede indicar problemas económicos, como una recesión.
- Referente para inversiones pasivas: Muchos fondos de inversión, especialmente los fondos indexados y los fondos cotizados en bolsa (ETFs), utilizan el S&P 500 como su índice de referencia. Esto significa que replican su composición para ofrecer a los inversores la posibilidad de obtener rendimientos similares a los del mercado general sin tener que seleccionar acciones individuales. Según Morningstar, a finales de 2023, había más de US$6,6 billones invertidos en fondos que replican el S&P 500.
- Benchmark global: No solo en los EE.UU., sino a nivel internacional, el S&P 500 es considerado un indicador clave de cómo están funcionando las grandes empresas. Muchos inversores institucionales, incluidos fondos de pensiones, fondos soberanos y bancos centrales, lo utilizan para medir el rendimiento de sus inversiones en renta variable.
- Estabilidad relativa: Debido a su diversificación, el S&P 500 tiende a ser menos volátil que los índices más pequeños o los índices sectoriales. Esto lo convierte en una opción preferida por los inversores que buscan un equilibrio entre crecimiento y riesgo.
Influencia en la política económica
El S&P 500 también tiene un peso considerable en la toma de decisiones económicas y políticas. Por ejemplo, la Reserva Federal de los EE.UU. (Fed) y otros organismos reguladores a menudo monitorean el rendimiento del índice para obtener pistas sobre la salud del mercado financiero y tomar decisiones sobre tasas de interés, estímulos monetarios y otras políticas económicas.
Factores que influyen en su rendimiento
Existen múltiples factores que pueden afectar el comportamiento del S&P 500, entre los más importantes se encuentran:
- Política monetaria y fiscal: Las tasas de interés y las decisiones gubernamentales sobre gasto e impuestos pueden impactar significativamente en el rendimiento del índice. Tasas de interés más bajas suelen favorecer el crecimiento del mercado de acciones al abaratar el costo del financiamiento.
- Eventos globales: Las tensiones geopolíticas, guerras comerciales y desastres naturales pueden causar volatilidad en el mercado de valores y, por ende, en el S&P 500.
- Innovación y cambio tecnológico: Las empresas del sector tecnológico, que tienen un peso significativo en el índice, suelen ser afectadas por cambios disruptivos, lo que puede llevar tanto a subidas como a caídas bruscas en el rendimiento del índice.
El S&P 500 es una herramienta esencial para inversores, economistas y políticos por igual, ya que proporciona una visión amplia y representativa del mercado de valores estadounidense y, por ende, de la economía global. Su influencia en los mercados financieros y en la toma de decisiones económicas subraya su importancia y lo convierte en un barómetro clave para entender las tendencias económicas actuales y futuras.