De acuerdo con el Consumer Financial Protection Bureau (CFPB), el bienestar financiero se define como el estado en el cual una persona puede satisfacer plenamente sus obligaciones financieras en curso, sentirse segura de su futuro y tomar decisiones que le permitan disfrutar la vida. Vea más sobre Finanzas Personales.
Es decir, el bienestar financiero corresponde a cómo la situación financiera y las decisiones monetarias de la persona, le proporcionan seguridad y libertad en su vida diaria. Y en ese contexto, le permite afrontar con mayor facilidad los problemas económicos que puedan presentarse, tener mayor libertad a la hora de tomar decisiones y aumentar su sentido de satisfacción y tranquilidad en con su propia vida.
Existen diferentes variables clave que permiten saber si contamos con bienestar financiero… o no. Entre ellas se destacan:
- ¿Tengo control sobre mis finanzas diarias y mensuales?
- ¿Tengo la capacidad de pagar gastos imprevistos, sin que esto implique un descontrol o “descuadre” en mis finanzas?
- ¿Cuento con la libertad para tomar decisiones que efectivamente permitan disfrutar de la vida?
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Para Natalia Gallego, experta de Protección en asesoría pensional, financiera y tributaria, el primer paso para comenzar a gozar de bienestar financiero, es hacerse cargo de las finanzas personales con disciplina y con un objetivo claro. Natalia explica que, “aunque parezca complejo, el manejo de nuestras finanzas corresponde a algo tan simple como sumar y restar. Es así de simple. Y es a partir del momento en que nos organizamos y vemos el panorama completo, que comprendemos que es posible mejorar la forma en que manejamos el dinero”.
Ahora bien… ¿Por dónde empezar? En el marco del Mes del Ahorro de Protección, Natalia Gallego, comparte algunos tips:
- Conozca sus gastos e ingresos.
Organizar sus finanzas comienza por conocerlas. Haga uso de herramientas tecnológicas para llevar la trazabilidad de sus ingresos y sus gastos, para identificar cómo priorizarlos y darles mejor uso.
- Conozca sus deudas, priorice y redúzcalas.
Liste sus deudas actuales, priorice las más urgentes y agilice su pago. Existen deudas, como la de un bien (apartamento) que pueden favorecerle a futuro. Consulte con su entidad financiera cuál le conviene mejor.
- Ponga ¡extra! atención a los gastos hormiga.
Los gastos hormiga, o aquellos gastos de monto pequeño que parecieran no repercutir en su presupuesto, tienen un alto impacto en sus finanzas. ¡Evítelos!
- Busque el apoyo de expertos financieros.
En Protección cuentan con expertos en inversión y finanzas personales para acompañar en el proceso de mejorar las finanzas personales a través del ahorro. Elija el acompañamiento que mejor se acomode a sus objetivos.
- Realice un presupuesto que se ajuste a su realidad financiera.
En conexión con el punto 1, es fundamental realizar presupuestos que se acomoden a su realidad financiera y comenzar a trabajar a partir de este. Evite planear sobre supuestos.
- Establezca un monto fijo de ahorro en sus ingresos
El ahorro, más que un colchón o un salvavidas ante situaciones difíciles, es una herramienta para lograr una vida más satisfactoria. Logre la libertad de tomar decisiones y disfrutar de su vida gracias al respaldo que puede brindarle el ahorro. Establezca un monto fijo de ahorro de acuerdo a sus ingresos y comience a ahorrar.
- Haga que el ahorro sea fácil: vuélvalo automático
Automatice el ahorro de forma quincenal o mensual. Apóyese en los productos que ofrecen diferentes entidades financieras de ahorro programado y ahorre sin darse cuenta.