Uno de los métodos para que las pymes en Colombia obtengan una mayor liquidez es el factoring, herramienta que ha ganado popularidad durante los últimos años como una de las formas preferidas de las empresas para obtener capital de trabajo.
Lo anterior lo respalda el último reporte de Factors Chain International (FCI), asegurando que el volumen total de factoring en Latinoamérica ha aumentado un 16,4 % en los últimos siete años.
Comparado con los números a nivel global del 3,6 %, el crecimiento en América Latina es significativamente más alto, lo que refleja un interés y desarrollo de los servicios de factoring en la región, siendo Colombia el quinto país con mayor volumen de factoring en Latam, aproximadamente US$9.141 millones.
La importancia del factoring en las pymes
Uno de los principales motivos por los cuales este método de financiamiento resulta más accesible para las pymes es que no depende de un historial crediticio.
A diferencia de los métodos tradicionales, el factoring no se centra exclusivamente en la evaluación de la empresa, sino también en la solvencia de los pagadores de sus facturas. Esto permite que empresas, que por su tamaño o antigüedad normalmente no acceden a crédito, puedan obtener financiamiento de manera más sencilla.
“Este método permite que muchas Pymes que antes estaban fuera del radar financiero puedan acceder a liquidez de manera rápida y sencilla. Esto lo convierte en una solución ágil, transparente e inclusiva, ideal para optimizar el flujo de caja sin comprometer activos ni asumir deudas innecesarias”, explica Nicolás Villa, CEO de Platam, fintech de financiamiento para pequeñas y medianas empresas del país.
Al recibir liquidez anticipada las pymes pueden cumplir con compromisos clave como pago de salarios, adquisición de inventarios y cumplimiento con proveedores, evitando retrasos que podrían dañar su reputación o relaciones comerciales. Además, se financian montos basados en facturas reales.
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En ese contexto, las pymes deben considerar cinco factores clave para asegurarse de elegir estratégicamente la fintech de factoring correcta y tomar la mejor decisión financiera:
- Velocidad y eficiencia tecnológica: Una buena fintech debe contar con tecnología que permita procesar las facturas rápidamente, reduciendo los tiempos de espera para obtener financiamiento. Plataformas digitales e integraciones con sistemas como WhatsApp o portales de proveedores, son esenciales para asegurar agilidad en las operaciones.
- Tasas competitivas y transparencia: Es fundamental que las tasas de descuento ofrecidas sean competitivas en el mercado y que no haya costos ocultos.
- Atención al cliente y soporte: Una fintech confiable debe ofrecer un servicio al cliente accesible y resolutivo. Desde la asesoría inicial hasta el seguimiento de las operaciones, es clave que la pyme se sienta acompañada durante todo el proceso.
- Conexión con la legislación vigente: Es importante verificar que la fintech cumpla con las regulaciones locales, como la integración con plataformas exigidas por la ley, por ejemplo, Radian en Colombia, para garantizar la legitimidad y seguridad de las operaciones.
- Flexibilidad de soluciones: Además del factoring tradicional, es ideal que la fintech ofrezca alternativas como confirming o líneas de crédito rotativas que se ajusten a las necesidades particulares de las Pymes, brindando opciones para diferentes escenarios financieros.
“Nuestro proceso está diseñado para ser aún más eficiente, optimizando la aprobación y desembolso para que sea cuestión de días siempre y cuando el pagador cumpla con las regulaciones”, concluye Villa.
Este modelo es una estrategia clave para la supervivencia y el crecimiento sostenible de las pymes, permitiéndoles superar nuevos desafíos de liquidez y construir un camino sólido en este nuevo 2025.