Una de las dificultades de la finca raíz es su alto costo para comprar una propiedad. La proptech colombiana Macondo busca cambiar ese concepto.
Cuando Macondo inició operaciones, a finales de 2021, lo hizo con el desafío de cambiar el paradigma actual para comprar vivienda. Normalmente en el país piden cuotas iniciales de 30 % y 40 % del valor total de la propiedad, lo cual es una barrera de acceso para muchas personas que desean invertir en finca raíz. Vea más en finanzas personales.
“Quedan por fuera muchas personas como independientes y gente que no tiene un ingreso mensual estable. Por eso, nos asociamos para crear Macondo y desarrollar un mercado que en Estados Unidos y en Europa está más maduro, la microinversión en finca raíz”, dice Carlos Chávez, cofundador de Macondo y CEO de la nueva proptech y startup colombiana.
Carlos Chávez, Juan Pablo Garzón y Felipe Chaparro son los co-fundadores de Macondo, una proptech colombiana (empresa del sector inmobiliario de base tecnológica), que inició operaciones a finales del 2021 con la visión de permitirle a cualquier persona cumplir su sueño de comprar vivienda.
Los tres se conocieron después de emprender en otros sectores y abandonar sus proyectos independientes. Uno tuvo una empresa de comercialización de productos de aseo que en plena pandemia creció con contratos importantes. Otro siempre fue el programador y que le gustan los temas de criptomonedas y blockchain, los tres tienen en común su juventud y la pasión por la tecnología, Carlos tiene 29, Felipe 28 y Juan Pablo, 20.
Fue así como se juntaron para darle forma a Macondo, un nombre que tiene una explicación sencilla, Felipe es fanático de toda la obra de Gabriel García Márquez, el nobel colombiano y Macondo es fácilmente identificable con Colombia.
Así inició Macondo
La idea surge luego de querer invertir sus ahorros comprando un apartamento y notar que el sueño de ser dueños era todavía lejano para ellos, dado que las cuotas iniciales eran demasiado altas y los recursos con los que contaban no eran suficientes para poder comprar esa primera vivienda.
“Carlos acababa de comprar su primer apartamento con la novia y nos compartió su experiencia, haciendo énfasis en que había sido demasiado costoso. Sin duda me sentí identificado con él porque también habíamos intentado comprar un apartamento para rentarlo, como inversión, pero no me alcanzaba el ahorro. Entonces, esa misma semana, hablamos con mis amigos y entendimos que el problema podía ser grande. Allí decidimos construir una solución para que las personas pudieran comprar finca raíz con solo una fracción de lo que se necesita para comprar un apartamento entero”, dijo Felipe Chaparro, cofundador.
Macondo compra apartamentos de contado que luego le venden por partes a diferentes personas a través de un modelo conocido como propiedad fraccionada. Para que sea posible dividir la propiedad de un apartamento entre varias personas, Macondo crea una empresa por propiedad, que va a ser la dueña de sus escrituras, y transfiere acciones– a lo que ellos llaman una fracción– de esa empresa al inversionista que esté interesado. De esta manera, los inversionistas cuentan con un vehículo seguro que les permite transferir la propiedad de su fracción sin trámites notariales y a cero costo.
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Así, quienes antes no contaban con el ahorro para comprar o invertir en una vivienda, pueden ser dueños de una fracción de ésta con recursos desde $ 200.000. Este modelo tiene las mismas propiedades de la compra de un inmueble: la fracción se puede comprar y vender cuando se quiera, genera rentas mensuales y se valoriza.
Según explica Carlos Chávez, CEO y cofundador, son varias las ventajas que tiene este modelo para aquellos que quieren invertir en vivienda. En primer lugar, la plataforma se encarga de quitar toda la carga operativa que tiene el dueño a cargo del inmueble, es decir Macondo se encarga de temas como conseguir al inquilino y administrar esa relación, el pago de servicios y los impuestos. “De esta manera, la inversión es completamente pasiva, y el inversionista que compra una fracción sólo tiene que esperar la renta, que comienza a recibir mensualmente al siguiente mes de la compra”, explica.
Otro de los beneficios es que Macondo invierte en propiedades unifamiliares y multifamiliares con una rentabilidad esperada de más del 15% al año, eso es un 50% más que la rentabilidad que se obtiene siendo dueño de un apartamento en Colombia. Adicional a esto, la startup ofrece liquidez inmediata para las fracciones, es decir, si eres dueño o dueña de una fracción y decides vender, Macondo la compra en minutos, similar a como funcionan las acciones en los mercados bursátiles.
Un crecimiento importante de Macondo en pocos meses
La startup inició con un plan piloto con la compra de un inmueble en Bogotá, un proyecto de la constructora Arquitectura y Concreto, ubicado en el Centro Internacional. Con este piloto lograron vender $200 millones en 3 meses, lo que representa el 60% del inmueble, y para final de este año la empresa tiene importantes proyecciones.
Recientemente anunciaron la venta de un nuevo proyecto en Estados Unidos, la cual será en agosto y ya cuenta con una lista de espera de más de 500 personas registradas.
Adicional a esto, están tras una ronda de capital pre-semilla con la que esperan crecer el número de proyectos y su operación a nivel mundial. “Esperamos vender $3.000 millones al cierre del 2022 y tener 1.500 inversionistas como clientes, lo que supondría un crecimiento de 15 veces nuestras ventas del primer semestre”, afirmó Chavez.
Tras la tecnología Blockchain
La propiedad fraccionada es un modelo que existe hace muchos años, pero no ha tenido la oportunidad de escalar, es por eso que no muchas personas conocen el concepto. Lo que permite la tecnología blockchain es abrir el espectro de mercados en los que una persona pueda invertir al mundo.
Ahora, un colombiano puede invertir en propiedades en Estados Unidos en cuestión de clicks, y además recibir rentas en dólares digitales que los protegen de la devaluación.
Por otra parte, los costos de transacción de algunas blockchains son muy bajos, solo con esto es viable hacer una dispersión de pagos de rentas a un número tan alto de inversionistas propiedad.