Eric Flesch, presidente de Promigas, presentó detalles de su informe sobre el sector gas natural 2020, bajo el cual resaltó que Colombia cuenta con 54 tera pies cúbicos de reservas potenciales, lo cual daría un plazo de 130 años de autosuficiencia, lo cual sería “muy valioso y muy importante materializar”, mencionó el directivo.
Además de ello, Flesch dio detalles sobre algunos de los proyectos que desarrollan como el gasoducto Jobo-Transmetano, sobre el cual puntualizó que tiene una inversión aproximada de US$400 millones. En este se han dado ciertos pasos para su construcción como los estudios ambientales o el trazado del gasoducto lo que da un año y medio de trabajo adelantado.
Su trazado está contemplado desde el Valle del Magdalena hasta Transmetano en Antioquia y luego se aprovecharía el tubo existente que va hasta Medellín, lo cual sería el plan más eficiente para su desarrollo. Esto pues el trayecto entre Jobo-Transmetano es en parte muy plano y sus estudios ambientales ya están en manos de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) “y pensamos que es el mejor tras varios estudios”, indicó Flesch.
En este sentido, el presidente de Promigas también comentó que EPM sería el principal consumidor de este gasoducto, con lo cual diversificaría su abastecimiento. “EPM es cliente y lógicamente lo sería de este gasoducto. Todavía no se ha firmado, pero EPM necesita el gas pues ahora solo lo recibe desde Sebastopol, si la línea Jobo-Transmetano se materializa, tendría dos líneas. Para EPM es un proyecto de toda la importancia y para Promigas sería un honor pues es un cliente muy apreciado, esperamos revisen las cifras y las ofertas”, dijo.
La semana pasada, Canacol Energy había señalado que no tiene participación o relación alguna con este proyecto anunciado por Promigas y sobre el cual realizó un evento de socialización virtual.
Estimando que las licencias ambientales pueden tomar entre uno y dos años, si esta sale en dos años, desde el momento que se dé luz verde, Promigas tendría listo este proyecto en cuatro años, pero si la licencia demora un año, tardaría tres años. “Es un reto importante y tiene una inversión importante… Es nuestra especialidad y tenemos nuestro conocimiento y experiencia para hacerlo”, mencionó Flesch.
Así mismo, si bien este es el proyecto en el que ahora se enfocan, Flesch agregó que la extensión desde Transmetano hasta Mariquita en Tolima sería un refuerzo más y no lo descartan.
De su parte, también mencionó que Promigas evalúa en juntas de análisis ampliar la capacidad de la única terminal de regasificación de gas natural licuado del país (GNL), Sociedad Portuaria El Cayao (SPEC), algo que se favorece por la topografía de la zona y que se haría con inversiones eficientes para aumentar el respaldo desde la regasificadora de Cartagena. Esto sería entre US$40 o US$50 millones, dando una ampliación muy eficiente y que garantiza un gran respaldo al tema energético en Colombia.
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Respecto a la regasificadora del Pacífico, como otra obra estratégica para la seguridad energética del país, Flesch dijo que no han tomado la decisión de participar, “pero no estamos diciendo que no. Tenemos que analizarla. Ese proyecto para el país es importante, las regasificadoras dan un backup y respaldo a la producción del país”.
En cuanto a la forma de apalancar todos estos proyectos que tienen, además de sus operaciones en Perú donde destaca su filial Gases del Norte, explicó que se sostendrá en nuevos créditos y recursos propios.
“Hay un flujo de caja muy limpio y es realmente una mezcla de recursos propios y créditos, además de levantar US$100 o US$150 millones con la emisión de bonos de un cupo más amplio… Patearemos hacia adelante deudas para dar oxígeno y emprender los nuevos proyectos. Hay detrás una ingeniería financiera muy importante”, indicó Flesch.
Así mismo, el presidente de Promigas dejó ver su interés por la expansión de operaciones de la compañía en otros países, aunque es algo que aún no se ha definido. Sin embargo, mencionó que otros mercados de interés son Brasil, México, Estados Unidos o las islas del Caribe, en las cuales se podría replicar su sistema a lo largo y ancho. Si bien no hay decisiones tomadas pues están muy concentrados en Perú, pues “hay todo por hacer, pero estamos abiertos a mirar estos otros países, pero nada concreto por ahora”, señaló.
Más detalles del informe del sector gas natural 2020
Según el documento, el principal impacto de la pandemia del Covid-19 ha recaído en los sectores de transporte y distribución, en materia de volumen de contratos, precios, cartera, recaudos, provisiones y subsidios. Para encarar la situación y propiciar la dinámica del sector, las empresas productoras y transportadoras de gas natural otorgaron alivios a los consumidores a través de la renegociación temporal de los contratos con los comercializadores.
Al hablar de las reservas potenciales de gas natural en Colombia, el informe indica que el país tiene 54 tera pies cúbicos (TPC) de reservas potenciales de gas natural, 30 TPC costa afuera en etapa de maduración entre 2024 y 2028, y hasta 24 TPC en Yacimientos No Convencionales (YNC) en Magdalena Medio, Cesar-Ranchería y Catatumbo.
Las inversiones proyectadas en la convocatoria de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) para los cuatro pilotos de YNC equivalen a US$100 millones cada uno. De materializarse este potencial energético, equivaldría a 16 veces las reservas probadas actuales de 3,2 TPC, lo cual implica cerca de 130 años de autosuficiencia de gas natural.
El informe presenta uno de los aspectos donde Colombia se ha convertido en referente de la industria del gas natural en América Latina, el de la cobertura a usuarios residenciales. El país tiene la mayor cantidad en la región, pasando de una cobertura de 12% al 71% en tan solo 25 años, con un 86% de dichos usuarios pertenecientes a estratos 1, 2 y 3.
Otro uso relevante del gas natural y que contribuye con la conservación del medio ambiente es el Gas Natural Vehicular (GNV), utilizado por los sistemas de transporte masivo de Medellín (Metroplus), Cartagena (Transcaribe), Palmira (Tupal), Barranquilla (Coolitoral y Sodetrans), Cali (MIO), Manizales (Serviturismo) y Bogotá (Transmilenio). Así mismo, cada día son más los vehículos de carga pesada que recorren las carreteras del país se han sumado al uso de este combustible que reduce en un 30% las emisiones de Co2 y en un 95% el material particulado.
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