El director de Planeación Nacional, Jorge Iván González, se refirió a la tarea que tiene Colombia de volver a ser autosuficiente en la producción de alimentos y en los lesivos que han sido los planes de lo que llamó la “desindustrialización” de la economía nacional.
De acuerdo con el funcionario, el país desde inicios de la década del 2010 vio una fuerte caída en la producción local de bienes de primera necesidad, escenarios que llevaron a que el país desaprovechara la oportunidad de ser una economía industrializada.
Por cuenta de lo anterior, y como incluso lo ha venido mencionado en el presidente Gustavo Petro, Colombia debe encaminarse a ser una nación que pueda ser autosuficiente en la producción de alimentos.
Las recientes presiones sobre el comportamiento de la inflación y la escasez de algunos insumos hicieron que al país le quedara una recorrido importante para poder quitarle peso a ese tipo de presiones internacionales.
Agregó González que es entonces prioritario que Colombia cambie sus modos de entender el crecimiento y la expansión de la actividad productiva nacional.
La meta: Colombia como potencia de producción de alimentos
Y señaló a los encargados de darle vida a las políticas públicas en Colombia, de la última década, como los responsables de que el país entrara en ese letargo de la desindustrialización y la avalancha de importaciones que le hicieron perder impulso a la economía local.
“¿Por qué permitieron que nos desindustrializaran?”. Y, más aún, puso la situación en términos coloquiales: “Convertimos a Colombia en un gran sanandresito”, dijo el director de Planeación Nacional en el marco de un evento público.
De esta manera, el presidente Gustavo Petro ha insistido en la necesidad de que Colombia entre a revisar sus acuerdos comerciales con otros países si lo que se quiere es que Colombia se convierta en una potencia regional en la producción de alimentos.
Sin embargo, varios analistas le han pedido al mandatario tener mesura con este tipo de iniciativas, toda vez que las lógicas propias del mercado podrían terminar por pesar más y condicionar, por ejemplo, una nueva subida de precios de productos que son más baratos al comprarlos desde el exterior.
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Por lo demás, dijo González, a Colombia le estaría quedando un camino largo y complejo de atender si se tiene en cuenta que el país pasó de importar 2 millones de toneladas de alimentos 12 millones, lo que representó la eliminación de varias industrias agrícolas locales.
